Endesa, más italiana que nunca
La eléctrica española perderá el control del negocio latinoamericano y sopesa 'adelgazar' sus servicios centrales en 1.500 personas
Los accionistas mayoritarios de Endesa, el grupo italiano Enel, ha decidido cuatro años después de adquirir la energética española dar el golpe de timón en su dirección. Los cuarteles centrales de Roma concentrarán todo el poder sobre el negocio latinoamericano, mientras que los de Madrid serán ajustados en términos de personal y capacidades directivas. Los responsables de Enel sopesan reducir la plantilla en 1.500 trabajadores, la mayoría de ellos empleados en la sede central del grupo.
Endesa pasará a ser una una división internacional más de Enel, tal y como ha adelantado El Confidencial. Sus capacidades decisorias sobre las históricas filiales de Latinoamérica se trasladan a Roma. Fulvio Conti, el primer ejecutivo de la compañía italiana y vicepresidente de la española, ha considerado que el tiempo de mantener el status quo de Endesa se ha cumplido.
Reducción de personal
Según ha podido saber Economía Digital, las intenciones de la dirección italiana pasan por reducir su plantilla en la sede central en Madrid en alrededor de 1.500 personas. Muchos de los afectados están relacionados con la gestión centralizada del negocio que Endesa poseía fuera de España.
Incluso está en fase de consideración la continuidad del monumental edificio que la energética posee en Madrid, en Campo de las Naciones, que fue diseñado por el despacho de Rafael De la Hoz y que se estrenó en 2005. Los números son estos: 35.000 metros cuadrados de oficinas, 25.000 metros de sótanos y 1.000 plazas de aparcamiento. El inmueble es propiedad de la eléctrica, que estudia su venta.
Decisión previsible
Varias fuentes del mercado energético consultadas dan por hecho que en el seno de Enel hacía meses que se sopesaba dar este giro estratégico. Habían pasado cuatro años desde que los italianos desembarcaron en el capital de la española y durante ese tiempo se ha mantenido la estructura histórica de la compañía que presidía Manuel Pizarro y dirigía Rafael Miranda.
Tras dejar que se apagaran los ecos de una polémica OPA que tuvo como protagonistas a Gas Natural, a la alemana E.ON y a la constructora Acciona, la dirección del gigante italiano considera cumplido el plazo necesario para evitar nuevos enfrentamientos políticos derivados de la gestión estratégica del grupo. “Era una decisión esperada”, señala uno de los consultados. “Además –insiste una fuerte interna de Endesa–, tiene cierto sentido a la vista de la situación del mercado”.
Pérdida de funciones
Endesa en España no sólo pierde el control sobre todo el negocio exterior, que ahora reportará directamente con el consejo de administración italiano, sino que también pierde funciones en los ámbitos financiero, de estrategia, comunicación, compras y auditoría. Esos departamentos dependerán directamente de Roma.
Otro tanto sucede con la administración territorial del negocio en España y Portugal. Endesa está implantada principalmente en Catalunya, Andalucía, Aragón, los dos territorios insulares, Extremadura. Se mantendrán algunas organizaciones y departamentos responsabilizados del control de estas áreas, pero también se eliminarán una parte de sus estructuras actuales.