El ‘supermercado más caro de España’ ataca en público a la OCU
El director general del “supermercado más caro de España”, Sánchez Romero, descarga contra la OCU por sus análisis y ránkings
La cadena Sánchez Romero es conocida popularmente como “el supermercado más caro de España”. Sus locales se encuentran en las zonas premium de Madrid con productos de altísima calidad y una enorme variedad de quesos y vinos importados y productos premium no accesibles en la mayoría de las grandes cadenas de supermercados.
Cuenta con apenas 10 establecimientos en Madrid, pero su facturación sigue creciendo a pesar de la dura competencia que hacen los supermercados en productos de marca blanca y ofertas agresivas.
Su fama de caro ha sido reforzada, año tras año, por los estudios de la Organización de Consumidores OCU, dedicada a hacer ránkings y comparaciones de productos que lo sitúa como la cadena más cara en un informe que casi siempre gana el hipermercado Alcampo, seguido de cadenas llenas de productos de alimentación de marca blanca.
Sánchez Romero no quiere ser visto como un supermercado de ofertas ni de productos baratos. No es su negocio. Pero la cúpula de la empresa no oculta su molestia cuando, año tras año, aparece en los grandes medios del país como el supermercado más caro.
Tras los estudios, las cadenas de televisión visitan a sus clientes y preguntan por qué motivo compran en el establecimiento más caro de toda España. Año tras año, la empresa se posiciona como un supermercado elitista, pero la empresa quiere explicar una realidad distinta: se venden productos y se ofrecen servicios que no están disponibles en ninguna otra cadena y, por tanto, la comparación carece de rigor.
¿Se pueden comparar?
¿Pueden los tomates de huerta de los supermercados Sánchez Romero ser comparados con la producción masiva en invernadero de una cadena como Alcampo o DIA? ¿O es lo mismo un pescado salvaje que otro criado en las hacinadas piscifactorías?
El director ejecutivo de los supermercados Sánchez Romero, Enric Ezquerra, presentó este miércoles la transformación de la cadena en los últimos meses en los que los clientes no dejan de mostrar preocupación por la calidad de los alimentos cada vez más procesados, con más azúcares y grasas y frutas y verduras cultivadas en invernaderos con menos micronutrientes.
Sánchez Romero defiende la venta de productos de alta calidad y de alimentación gourmet en otra categoría distinta a la marca blanca. “La OCU comparó, por ejemplo, leches más baratas en los supermercados. Pero en la mayoría de cadenas, se trata de leche de marca de distribuidor. Nosotros no vendemos ese tipo de producto. Nuestra leche más barata es de la marca Pascual”, dijo el director de la cadena ante los asistentes del congreso Madrid Retail, celebrado este miércoles en Madrid con la presencia de la ministra de Industria y Comercio, Reyes Maroto.
El ejecutivo, que anteriormente había dirigido los supermercados Condis, considera absurdo el ránking de la OCU que compara productos de calidad completamente diferente.
“No tiene sentido comparar nuestros tomates, nuestras carnes o pescados con los de otras cadenas de supermercado. ¿Tiene lógica que se compare el precio de un Maserati al de un Seat?”, remata el director de la cadena de supermercados.
Las polémicas de la OCU
La OCU, entidad que en teoría se dedica a la defensa de los consumidores, no deja de levantar polémica con sus estudios controvertidos, a quienes al menos seis patronales han criticado por falta de rigor. El más polémico de los recientes ha sido el que promocionó a la crema Cien de Lidl, de 3 euros, como la mejor del mercado por encima de marcas reconocida como Eucerin, L’Oréal o La Mer.
La industria aceitera también ha arremetido contra la OCU por su último informe en el que asegura que la mitad de los productores de aceite virgen extra cometen fraude en la fabricación del producto.
La OCU ha levantado una actividad comercial con la venta de suscripciones y revistas. La organización sin ánimo de lucro tiene una red empresarial dedicada a hacer negocios sobre la base de estudios e informes de marcas. Con estructura central en Bélgica, el entramado tiene ramificaciones en Luxemburgo y conexiones en Hong Kong a través de un empresario que gestiona sociedades en las Islas Vírgenes Británicas.