El sector de la alimentación avisa a Montoro: Una subida del IVA “ahora no toca”
Los diferentes agentes de la cadena alimentaria advierten de los riesgos en ventas y en pérdida de empleo del Informe Lagares
El informe Lagares, o de expertos, que ha solicitado el Gobierno y que propone una subida del IVA en alimentación del 10% al 21% ha sentado como un jarro de agua fría en el sector. Por ello, los diferentes agentes de la cadena alimentaria advierten al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de que “ahora no toca”, según ha subrayado el presidente de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas, Horacio González, en el salón Alimentaria que se celebra estos días en Barcelona.
El sector, cuya potencia se demuestra con 370.000 millones de facturación, o lo que es lo mismo el 20% del PIB, y cinco millones de empleos, se muestra preocupado ante la posibilidad de que el Ejecutivo español opte por una nueva subida de impuestos en el marco de la nueva reforma laboral.
Contracción del consumo y menos recaudación
Aunque Montoro ya ha avanzado que esta posibilidad no está, de momento, sobre la mesa, la industria teme que otras medidas que se puedan tomar acabe afectando directa o indirectamente. Según la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc), tocar los precios, dada la situación actual, supondría que el 98% de los consumidores reducirían el consumo. Provocaría, al contrario de lo que pretende el Gobierno, una caída de la recaudación.
Las diferentes organizaciones del ámbito alimentario ponen de ejemplo al país vecino, Portugal, donde ya ha quedado patente que una subida impositiva afecta negativamente y, además, acaba repercutiendo no sólo en los productos que la padecen –los más básicos y con tipo reducido–, sino también en el resto.
“El 65% de la cesta de compra son productos sustanciales, lo que supone entre 600 y 700 euros por familia de media al año”, señala el presidente de Aecoc, José María Bonmartí. El sector cifra los impactos de una posible subida del IVA en una pérdida de las ventas de entre el 4,6% y el 6,2% y la destrucción de 150.000 empleos.
Reducción de la imposición fiscal sobre las familias
El ámbito de la hostelería y el turismo aplaude que el Gobierno haya optado por mantener los impuestos actuales, pero recuerda que se comprometió a bajar el tipo turístico y que subir el IVA en el ámbito de la alimentación tendría unos efectos devastadores. “Si se sube el precio de los artículos básicos se aumentará la desigualdad y la pobreza que tanto debate produce ahora”, ha matizado el portavoz de Fehrcarem, Juan Ignacio Díaz.
Para evitar un castigo mayor al que ya ha supuesto la crisis, el sector pide a Montoro medidas que realmente reactiven el consumo. “Una de las medidas que debe estudiar el Gobierno es la de reducir la imposición fiscal sobre las familias”, ha explicado el representante de Asedas, Ignacio García.
Prudencia
Además, los agentes de la industria se muestran muy prudentes ante los primeros indicios de recuperación y, aunque las empresas han conseguido mantener el tipo hasta ahora, cualquier cambio podría afectar, no sólo en la confianza de los consumidores, sino en un aumento del riesgo de estancamiento de las empresas.
“Hay que darles recursos a los hogares y decirles que se van a mantener. Queremos ser optimistas y confiamos en la economía española, pero necesitamos que nos apoyen para salir adelante”, ha concluido el director general de Aces, Aurelio del Pino.