El monocultivo de Seat Componentes compromete su futuro
La antigua Gearbox fabrica sólo un mismo cambio de marchas desde 1999 y su mercado va a la baja, por lo que la plantilla está empezando a inquietarse
La cultura popular, sabia, ya lo dice: no hay que poner todos los huevos en la misma cesta. Sin embargo, es lo que ha hecho el grupo Volkswagen con una de sus fábricas menos conocida en España, aunque emplea a más de 1.100 personas. Seat Componentes, la antigua Gearbox, fabrica cambios de marchas, y aunque su producción va bien, su futuro ha empezado a nublarse.
Seat Componentes fabrica un sólo modelo de cambio de marchas desde 1999. El mismo, con algunos avances técnicos, pero el mismo. Y ahí radica el problema: que sólo es un producto, y que ya ha vivido sus mejores tiempos. Y junto con el hecho de que VW no asigna producción nueva a la fábrica, provoca que su futuro no esté claro y la plantilla empiece a temer por los puestos de trabajo a partir de 2018.
Esta misma semana, el comité de empresa de Seat ha trasladado su preocupación al presidente del Comité Mundial del grupo Volkswagen, que ha estado de visita en Barcelona y se ha comprometido a ayudar a la filial española a conseguir más carga de trabajo para su planta de cambios de marchas, aunque no lo tiene fácil.
Un cambio del siglo pasado
La fábrica de Seat Componentes, en El Prat de Llobregat, produce el cambio de marchas MQ200. Se trata de un cambio manual, con versiones de cinco y seis marchas, para motorizaciones pequeñas, hasta 1.600 centímetros cúbicos. Se monta tanto en modelos Seat, como el Ibiza o algunas versiones del León, como en Skoda y modelos pequeños de otras marcas del grupo. Inicialmente, en 1999, se fabricaba sólo en Barcelona, pero ahora se produce también en otras dos plantas de VW.
El problema que tiene esta caja de cambios es doble. El primero, que es para motorizaciones pequeñas, cuando cada vez se fabrican coches más potentes. El segundo, y más importante, que es manual, cuando la tendencia del mercado va cada vez más hacia los coches automáticos. Además, las marcas están apostando decididamente por los híbridos y eléctricos, que montan cambios automáticos.
Es por ello que las previsiones sitúan la producción por debajo de los 600.000 cambios en 2018, según han asegurado fuentes sindicales. Actualmente, Seat Componentes está fabricando cerca de 650.000 unidades, pero las fuentes advierten que con menos de 600.000, ya habría un excedente de plantilla. Es decir, en dos años.
Pendientes de Alemania
La solución pasa por traer más trabajo, y en eso están tanto el comité de empresa de Seat, que ha reclamado que se traiga parte de la producción de un nuevo cambio de marchas, el MQ 281, como la dirección de la marca. No obstante, por ahora ni siquiera está claro si se fabricará este nuevo cambio. Su lanzamiento se estaba ultimando cuando estalló la crisis de las emisiones, hace casi un año, que lo trastocó todo.
A causa del dieselgate, VW frenó inversiones y cambió sus propiedades, forzado a apostar por tecnologías limpias para mandar al mundo un mensaje de sostenibilidad. Esto ha hecho que se esté centrando en el desarrollo del coche híbrido y eléctrico, por lo que tecnologías más tradicionales están quedando algo apartadas.
En este último grupo están los cambios manuales. VW se ha replanteado el lanzamiento del MQ281 y ni los sindicatos ni la dirección de Seat saben si finalmente se fabricará o no. Se anunciará a finales de noviembre, así como las fábricas que lo producirán, si la decisión es positiva. El comité de empresa de Seat presiona para que una parte de este cambio se haga en El Prat.
Alternativas
Si finalmente se decide no fabricar este cambio manual y continuar usando los que ya se producen, para concentrar las innovaciones en los automáticos, Seat Componentes tendrá un verdadero problema. Para solucionarlo, CCOO y UGT piden que se traslade parte de la producción de la República Checa, donde, aseguran, «están desbordados».
La dirección de Seat también trabaja para traer más producción a Seat Componentes, aseguran fuentes de la marca, aunque recuerda que se encuentra en un muy buen nivel de producción. Para ello se liberaron los 15.000 metros cuadrados en la fábrica de El Prat, que están vacíos y que le servirán para optar a nuevos productos.