El mayor grupo de congelados alemán respalda a Carceller en Pescanova
Oekter, accionista y consejero de Damm y Ebro, también es el mayor naviero del país germano
La semana de pasión que encara Pescanova, con nuevas reuniones de la banca acreedora y el arranque, en paralelo a BDO, de una auditoría de KPMG a instancias del pool financiero, no es nada comparado con lo que esconde el medio plazo para la compañía. Y es que Demetrio Carceller, el segundo accionista de la multinacional presidida por Manuel Fernández de Sousa-Faro, que por tres veces ha solicitado su revocación (la última, la semana pasada por burofax), cuenta con un aliado estable en su grupo de empresas. Y ese socio sabe mucho de congelados, de alimentación, y también del transporte marítimo. Se trata del grupo Oetker, líder en ambos segmentos en Alemania.
La alianza de Carceller con los Oetker, una de las empresas familiares de mayor dimensión de Alemania, tiene dos anclajes sólidos en España. El grupo germano es accionista de Damm y de Ebro Puleva, las dos compañías en las que Carceller está presente dentro del entorno de la alimentación. De hecho, sus primeros ejecutivos se sientan en los consejos de ambas empresas controladas por el presidente de Disa. En Damm, según los registros de la CNMV, Rudolf August Oetker declara una participación de nada menos que el 25% y se sienta en su consejo de administración. En Ebro, de la que los Carceller tienen algo más de un 9%, Rudolf August Oetker es consejero desde 2010.
Complementariedad de libro
Si alguien podía dudar de lo atractivo que resulta el negocio pesquero y acuícola de Pescanova para un empresario como Carceller, muy centrado también en la construcción (Sacyr) y el petróleo (Disa), quizá la alianza con Oetker contribuya a despejar la ecuación de la complementariedad de los negocios. Y es que el grupo alemán es líder en su país en el segmento de comida congelada, una especialidad de Pescanova, y también controla, a través de Hamburg Süd, la mayor flota naviera del país germano. Cinco Días, que estableció una comparativa de los tres grupos, adelantó que la crisis de Pescanova implica a tres de las familias con más poder en el negocio europeo de la alimentación.
Y tanto poder. El grupo Oetker, como holding familiar, declaró una facturación de 10.011 millones de euros en 2011. El negocio de los barcos fue el que más ingresos aportó al grupo (4.752 millones), seguido de la alimentación (2.337 millones). La familia controla negocios este segmento a través de la marca Dr. Oetker, que comercializa postres, pizzas congeladas; bebidas (Redeberger y Clausthaler, ambas cervezas) y vinos (Henkell).
A mayores, Hamburg Süd, su naviera, es la mayor compañía privada de buques de Alemania. Tiene 160 barcos y una plantilla de 4.500 trabajadores. La compañía es filial del consorcio familiar alemán desde 1955. En su día, las negociaciones para la adquisición habían comenzado como una propuesta de aumentar su flota de barcos frigoríficos, aunque actualmente su negocio pivota sobre los portacontenedores. Está considerada entre las 20 primeras navieras del mundo.
La banca espera respuestas
Mientras tanto, la banca acreedora de Pescanova sigue esperando a que la multinacional pesquera les presente la documentación relativa a sus cuentas de 2012. Cuando se produzca, se pondrán iniciar los procedimientos formales para renegociar su deuda.
La semana pasada, la empresa se comprometió a presentar sus números en un período máximo de 10 días. El steering committe, formado por las entidades más expuestas a la deuda de Pescanova, decidió que no se convocaría otra nueva reunión con la pesquera hasta que esta no les presente sus cifras, algo que también espera la propia CNMV, que ya ha amenazado con abrir un expediente si la demora continúa.
La obtención de crédito extra por parte de la banca para conseguir liquidez inmediata depende también de que presente sus números en el plazo comprometido.