El juez liquida Inoxcrom
Los actuales directivos de la compañÃa incluyen en el plan de cierre una oferta por la actividad y 92 empleos
El titular del Juzgado Mercantil número 7 de Barcelona, Raúl García Orejuda, ha ordenado la liquidación de Inoxcrom. Un proceso que, previsiblemente, se prolongará hasta mediados de verano y que supondrá la subasta del inmueble del barrio de Sant Andreu, la actual fábrica.
En cuanto a la unidad productiva, la administración concursal ha incluido en el plan de cierre la oferta que ha presentado la dirección actual, encabezada por Sebastià Clotet y Juan Marroquín. Quieren quedarse la actividad, la marca y un máximo de 92 empleos, tal y como han explicado fuentes conocedoras del proceso a Economía Digital.
Pasivo
El concurso de la compañía de bolígrafos arrojó un pasivo de 25 millones de euros. De ellos, unos 12 millones son deuda subordinada que se mantiene con el actual propietario, Clotet, y los anteriores dueños, las hermanas Vaqué. Los mismos interlocutores señal que difícilmente se retornará este pasivo.
La factoría barcelonesa está valorada en unos 17 millones de euros. El dinero que se obtenga por la subasta servirá para pagar a los 105 trabajadores que fueron despedidos en 2007 y que no han cobrado las indemnizaciones y a la Seguridad Social.
Bolígrafos corporativos
En el caso de que García Orejuda aceptara la oferta de la cúpula, incrementará el pasivo. Se tendrá que añadir los costes de un eventual expediente de regulación de empleo (ERE) que afectaría a 124 trabajadores de la plantilla actual. La oferta presentada, a la que ha tenido acceso este medio, incluye la compra de stock, la maquinaria actual, la marca y la continuidad de 83 empleados de la factoría barcelonesa y nueve de las filiales. De todos estos puestos de trabajo, el 50% son de producción.
Inoxcrom es uno de los fabricantes más importantes en Catalunya de bolígrafos corporativos. Un perfil que le obliga a tener un ciclo de producción muy corto, de series muy limitadas y ofrecer un producto con la posibilidad de personalizar lo máximo posible. Por lo que trasladar la producción fuera de Catalunya es poco viable, según informan desde la compañía.
En la misma oferta, Clotet y Marroquín afirman que se quieren quedar medio año en la factoría de Sant Andreu pagando un alquiler según precio de mercado. Pasado este tiempo, plantean trasladar la producción en alguna nave del área metropolitana.