El juez aprueba el plan de liquidación de Unipost
El juzgado de lo mercantil 7 acepta la propuesta del administrador mercantil, que valora los restos de la empresa de los Raventós en 16 millones
Los interesados en adquirir los restos de Unipost ya tienen vía libre. Tras casi cuatro meses de espera, el juzgado de lo mercantil número 7 de Barcelona aprobó el pasado 10 de julio el plan de liquidación de la compañía propuesto por el administrador concursal. Se abre ahora el periodo para que los interesados presenten las ofertas.
La quebrada compañía de servicios postales de la familia Raventós, vinculada con la celebración del referéndum independentista del 1-O, encarará la fase de culpabilidad una vez se haya notificado el sí al plan de liquidación a todas las partes interesadas.
Los detalles del plan de liquidación de Unipost
Jausas Legal, el administrador concursal de Unipost, valoró lo que queda de la empresa en 16 millones de euros. Según la firma, el mayor activo de la empresa es la nave que posee en L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), con una tasación de 8,3 millones a pesar de arrastrar una carga de 5,1 millones con las administraciones. El otro centro logístico, en Zaragoza, vale 583.400 euros.
Con el grupo dividido en lotes, las cuatro máquinas de clasificación de sobres –dos en Barcelona y dos en Madrid—tienen un precio de 951.752 euros en el caso de las catalanas y de 677.752 euros en el de las madrileñas.
El resto de paquetes oscilan entre los 443.399 euros de las fianzas de locales arrendados hasta los 6.500 euros del utillaje. A medio camino entre ambas están la maquinaria de transporte de almacén (30.276 euros), y los utensilios de franqueo (42.877 euros). También hay mobiliario de oficinas (108.562 euros), ordenadores (87.572 euros) y motos y furgonetas (129.829 euros).
Los sindicatos piden la culpabilidad del concurso para Pablo Raventós, exdirector general
En el activo de la compañía también las deudas que arrastran con Unipost los clientes. Ascienden a un valor de 9,92 millones de euros y llegan de la mano de 342.353 euros en la tesorería de la empresa.
A pesar de los 16 millones que la administración concursal aspira a recaudar, la sociedad no podrá pagar a la totalidad de sus acreedores. Con 50 millones de pasivo en la mochila, las cifras con las que cayó al concurso, abonará sus deudas según la calificación y la prioridad de pago.
Unipost presentó concurso de acreedores en verano de 2017. Tras meses de agonía terminó por presentar un expediente de regulación de empleo (ERE) para toda la plantilla. Entre ellos estuvo el director general de la empresa, Pablo Raventós, para el que los sindicatos piden la culpabilidad de la quiebra.