El inesperado aliado de Gas Natural en Colombia
El principal sindicato del sector eléctrico denuncia que el gobierno de Santos no resuelve los problemas de mora y fraude ni invierte en Electricaribe
La intervención de Electricaribe, propiedad de Gas Natural Fenosa, por parte del gobierno colombiano, tiene un nuevo opositor. La falta de inversiones y, sobre todo, de soluciones a los problemas de la eléctrica, han hartado al principal sindicato del sector, que se ha despachado contra el gobierno de Juan Manuel Santos.
El sindicato Sintraelecol cuestiona la intervención de Electricaribe. ¿Para qué?, se pregunta, si mantiene los mismos problemas y no invierte. Mientras tanto, la incertidumbre sobre el futuro de la empresa ha sembrado el nerviosismo en la plantilla, especialmente tras los últimos despidos de ejecutivos considerados cercanos a Gas Natural.
Heriberto Avendaño, tesorero de Sintraelecol, mostró su desconcierto respecto a la actuación de Superservicios, el organismo público que ha tomado el control de Electricaribe: «El informe de Superintendencia dice que los trabajadores tenemos un alto índice prestacional y que somos una carga onerosa. No sabemos qué es lo que se está tramando aquí», dijo en declaraciones al diario colombiano La Libertad.
Sin soluciones
La organización sindical, que en su día se enfrentó a los gestores de Gas Natural, ha preguntado a la eléctrica y al gobierno sobre cómo evoluciona la resolución de los problemas de morosidad y fraude que sufre Electricaribe, pero no obtiene respuesta.
Sintraelecol quiere conocer si se han reducido los impagos pero, sobre todo, si las administraciones públicas que tienen facturas por pagar se están poniendo al día. Como explicó Economía Digital, de los 1.259 millones de euros de deuda de los clientes con Electricaribe en el momento de la intervención, 56 corresponden al sector público, que se aprovecha de una ley que no permite cortarle la luz por impago.
El citado sindicato considera que la intervención no ha servido de nada, porque además de no resolverse los problemas de la eléctrica, tampoco se ha mejorado el servicio. Además, Avendaño acusó a los nuevos gestores de Electricaribe de impago a proveedores: «Si hay algo más en las arcas es porque no se están haciendo varios pagos que antes se hacían y que hoy, por la intervención, están congelados».
Como explicó este medio, pese a que Santos utilizó las amenazas de impago a las generadoras de Gas Natural, tras la intervención, el gobierno no pagó la luz a sus proveedores. Ello pese a que, en su mayoría, las generadoras son empresas públicas.
El futuro, en el aire
Los empleados de Electricaribe están pendiente de la decisión que toma el gobierno colombiano respecto al futuro de la comercializadora. La posibilidad de que se liquide tiene en vilo a una plantilla de 1.600 trabajadores.
Si Colombia no amplía el plazo, está previsto que el próximo martes 17 termine la vigencia de las negociaciones entre ambas partes bajo el marco de relaciones bilaterales España-Colombia. Si no retorna el control a Gas Natural, la compañía española podría acudir al Ciadi, el organismo del Banco Mundial que media en este tipo de conflictos.