El golpe de la crisis dificulta la gran compra de Naturgy
El coronavirus y la caída del precio del gas deteriora el negocio de la energética que preside Francisco Reynés e incrementa su endeudamiento
Francisco Reynés presenta este otoño el nuevo plan estratégico de Naturgy, el segundo en menos de tres años, pues el presidente ejecutivo de la energética quiere enfocarla hacia las compras. Pero aunque tiene dinero para ello, el golpe asestado por la pandemia a las cuentas de la compañía dificulta una gran operación que precise de un endeudamiento importante.
Naturgy presentó este miércoles los resultados de los nueve primeros meses de 2020, en los que ha perdido cerca de la mitad de los beneficios a causa de la caída de la demanda por el coronavirus y la caída de los precios del gas. El ebitda cae un 16,6%, lo que incrementa el peso de la deuda y acerca a la empresa a ratios peligrosos.
Aparentemente, su capacidad de participar en “el baile” de compras, fusiones y operaciones corporativas en el sector anunciado a principios de año por Reynés, que quería tomar un papel protagonista, está intacto. Naturgy incluso ha incrementado ligeramente su liquidez en el tercer trimestre, hasta los 10.150 millones de euros.
Pero no todo es caja. De hecho, el efectivo no llega ni a la mitad. La mayoría de esta liquidez (5.569 millones) son líneas de crédito disponible, comprometidas por los bancos pero de las que la empresa participada por La Caixa, GIP y CVC todavía no ha dispuesto. Están preparadas para cuando Reynés decida apretar el gatillo, pero no son gratis.
Naturgy tiene 5.569M preparados por la banca para cuando Reynés aprete el gatillo de las compras, pero disparará también la deuda
Tirar de créditos llevaría a Naturgy a elevar su ratio de endeudamiento hasta superar 5 veces el ebitda, una relación considerada alta en el mercado y muy por encima de las grandes empresas del sector, lo que podría afectar a su rating. Hasta ahora, la energética catalana ha podido rebajar el coste de su financiación, pero si empeora su calificación de riesgo, se incrementarían los intereses.
Naturgy tenía una deuda neta de 14.727 millones de euros a 30 de septiembre de 2020, tras reducirla en más de 500 millones en estos nueve meses de año. Sin embargo, la relación de deuda con respecto a ebitda, ratio clave para valorar el nivel real de apalancamiento de una compañía, sube.
La causa de este empeoramiento es la caída del negocio y, por consiguiente, del beneficio bruto de explotación, que se toma como referencia de la salud del negocio. Según la presentación de resultados del tercer trimestre de Naturgy, la ratio deuda/ebitda se situaba en 3,6 veces, tres décimas más que en diciembre. Pero a final de año estaría en 3,9 si no se reduce la deuda y la caída del negocio se mantiene.
El problema radica en si Reynés necesita esos más de 5.500 millones de créditos no dispuestos para asumir una gran operación, pues la ratio superaría el 5 siempre y cuando el ebitda se mantenga estable el año que viene. Si por la crisis del coronavirus, sigue bajando, la cifra sería todavía superior, aunque Naturgy cuenta con indicadores que invitan al optimismo, como la evolución de los precios del gas.
La alta liquidez de Naturgy tiene fecha de caducidad: 2022
Lo cierto es que el baile que vaticinó Reynés a principios de 2020 se vio en parte truncado por la llegada de la pandemia. La crisis ha rebajado cualquier posible operación, por lo que los vendedores que pueden, prefieren esperar. Naturgy no ha cerrado ninguna operación pero los vencimientos de las líneas de créditos se acercan.
Más de la mitad de los más de 5.500 millones tienen su fecha de caducidad en 2022 (2.851 millones), y del resto, la mayoría en 2023. En lo que queda de 2020 y en 2021 a penas perderá poder de compra, pero si no encuentra una buena operación el año que viene, luego puede perder capacidad inversora, si bien puede renovar acuerdos.
Los vencimientos de la deuda bruta, en cambio, son algo más exigentes. En el cuarto trimestre debe devolver 575 millones y, en 2021, 2.486 millones. No obstante, la gran mayoría de la deuda de Naturgy tiene todavía una vigencia de cinco o más años, según refleja en la presentación de resultados del tercer trimestre.
El 81% de la deuda bruta del grupo controlado por Criteria es a tipo fijo, cinco puntos menos que en diciembre, y su coste medio actual es del 2,7%, medio punto menos que a cierre de 2019.