El fin del carbón se lleva por delante los beneficios de Endesa
Endesa gana 171 millones en 2019, el 88% menos por el deterioro contable de las centrales de carbón
La transición energética hacia modelos más sostenibles está llevando de cabeza a las energéticas. Este martes ha sido Endesa la que ha anunciado el deterioro de la valoración de sus centrales de carbón como consecuencia de su próximo cierre, y se suma así a Naturgy, que lo hizo en 2018, y a Repsol. Como consecuencia de ello, la eléctrica controlada por Enel vio desaparecer nueve de cada diez millones de su beneficio el año pasado.
Endesa ganó 171 millones de euros en 2019, un 88% menos que el ejercicio anterior: en 2018 ganó 1.417 millones. El deterioro contable de las centrales de carbón restó 1.409 millones a los beneficios de la compañía, mientras que el deterioro de la planta de generación extrapeninsular se llevó por delante otros 404 millones.
El negocio de la energética que dirige José Bogas mejoró ligeramente respecto a 2018. Su beneficio neto ordinario se incrementó el 3%, hasta los 1.562 millones, y su ebitda ascendió el 6%, hasta los 3.841 millones. Lo que tiró del carro fue el mercado liberalizado de gas y electricidad “en un entorno complicado” y un mercado regulado que se ha mantenido estable. Endesa también achaca la mejora al plan de recorte de costes.
Según explica la compañía, los ajustes no tendrán impacto en el dividendo de 2019, previsto para 1,475 euros por acción, un 3% más que en el anterior reparto.
En cuanto a sus distintos segmentos, el que mejor rendimiento tuvo fue el mercado liberalizado. El ebitda en este apartado aumentó un 22% hasta 1.475 millones de euros gracias a su filial de renovables. En el mercado regulado, su negocio disminuyó un 2% (hasta 2.362 millones) por los territorios no peninsulares.
Endesa registró una cifra récord en el flujo de caja operativo, que finalmente cerró en 3.181 millones de euros. Esta cuantía supone un 31% más que en 2018 gracias, entre otros factores, a unos resultados más voluminosos y a una mejora significativa en el capital circulante.
Aumento de la deuda neta
La deuda neta de Endesa aumentó en 607 millones de euros debido a varios factores. El más cuantioso, la inversión en renovables, que se disparó un 211%, aunque también influyeron la nueva regulación sobre alquileres NIIF 16 y el pago del dividendo.
Las inversiones netas, por su parte, crecieron un 48% hasta llegar a 1.887 millones de euros, en especial por la apuesta por las energías renovables. Sobre todo, en lo que se refiere a energía eólica y fotovoltaica. También incidió la transformación digital del grupo, uno de los esfuerzos que apunta Bogas.
«Endesa va a liderar la transición energética en España, para lo que estamos haciendo un enorme esfuerzo en renovables y en digitalización, clave para continuar ofreciendo buenos resultados en un mercado cada vez más complejo», sostiene el consejero delegado en el comunicado emitido por la compañía.
En este sentido, Endesa maneja una cartera de nuevos proyectos renovables que llegará a una capacidad de 20.000 megavatios (MW), de los cuáles 5.700 MW ya tienen puntos de conexión.