El ex consejero delegado de BPA sale de la cárcel
Después de pasar 672 días encarcelado, el Tribunal Constitucional andorrano ordena que se le aplique arresto domiciliario con control monitorizado
Joan Pau Miquel fue detenido y encarcelado en marzo de 2015 en el marco de la intervención gubernamental de Banca Privada de Andorra (BPA), de la que entonces era su consejero delegado. Fincen, organismo del Tesoro norteamericano, acusó la entidad de colaboración con el blanqueo de capitales.
Este lunes, Miquel abandonó el centro penitenciario de la Comella. El Tribunal de Cortes (Supremo), siguiendo las instrucciones del Tribunal Constitucional de Andorra, ha decretado el cese de la situación de cárcel provisional, que ha substituido por el arresto domiciliario con control monitorizado. Miquel ha pasado 672 días entre rejas.
El Constitucional contradice a la juez instructora y a la Fiscalía
El Constitucional andorrano ha adoptado esta decisión en contra de la opinión de la jueza instructora, de la fiscalía y del mismo Tribunal de Cortes. En su argumentario, la más alta institución judicial del país destaca que ni la alarma social ni la posibilidad que pueda influir en la investigación justifica que pase más tiempo en la cárcel.
También advierten que, en caso de ser condenado, se le podría imponer una pena de entre tres y ocho años de cárcel por los delitos que se le imputan. Como ya ha cumplido la mitad de la pena más leve, puede abandonar el régimen de cárcel, según establece la legislación andorrana.
Durante el tiempo que ha estado en prisión, BPA ha desaparecido y sus activos sanos han pasado al nuevo Vall Banc, propiedad del fondo norteamericano J. C. Flowers. BPA también era propietaria de Banco Madrid.