El embotellador único de Coca-Cola garantizará los puestos de trabajo
El nuevo distribuidor controlará desde Madrid los mercados español y portugués
El diseño del embotellador único de Coca-Cola en España, dominado por la familia Daurella, contempla el mantenimiento de los puestos de trabajo así como la absorción del negocio en Portugal. El grupo tomará la actividad distribuidora de los actuales envasadores –siete en España y uno en Portugal— y contará con los prácticamente 2.000 profesionales que emplean los socios locales por separado. No se prevén despidos.
Todas las plantas continuarán funcionando aunque actuarán coordinadamente en una estructura optimizada y simplificada. El centro de decisión se proyecta en Madrid, donde estará la sede social, aunque Coca-Cola se garantiza la cercanía con sus grupos de interés a través de los accionistas del futuro envasador.
Modelo de éxito
El nuevo esquema salvaguardará el histórico plan de proximidad, considerado como un modelo de éxito en la zona noble del icono de los refrescos, pero a la vez reflejará la arquitectura empresarial de la propia The Coca-Cola Company. Desde la capital española, la multinacional gestiona el negocio ibérico al completo.
Físicamente en Lisboa quedan tres empleados, el resto ha hecho las maletas y desarrolla su trabajo en Madrid. Análogamente, la distribución del prácticamente medio centenar de productos que Coca-Cola comercializa en España y Portugal quedará simplificada a un único actor, que además de Cobega acomodará en su capital al resto de franquiciados. La familia liderada por Sol Daurella retendrá la mayoría y todos ellos cederán los activos a cambio de las acciones de la nueva compañía.
El aprobado definitivo
El plan está condicionado, en primer lugar, al visto bueno definitivo de los accionistas de los actuales embotelladores. Una vez oficializado, dependerá de la Comisión Nacional de la Competencia que podrá anularlo, matizarlo o aprobarlo sin condiciones. El primer paso se dará el 26 de noviembre, una vez Cobega apruebe la segregación del negocio embotellador en la nueva filial con sede en Madrid y la creación de otra sociedad para controlar el resto de intereses de la familia en el ámbito de la distribución. Esta instrumental de nueva cuña mantendrá, por ahora, la sede social en Catalunya.