La industria alimentaria se dispara por la histeria en los ‘súper’
El sector registra ventas por encima del 20% y multiplica la producción ante el pánico al confinamiento y el desabastecimiento
Esta semana se han visto en España imágenes tradicionalmente reservadas a huracanes o crisis humanitarias en países como Venezuela: decenas de personas haciendo cola en los supermercados para cargar sus carros de comida, dejando vacías las estanterías de productos básicos, por el pánico al coronavirus. De nada sirvieron las llamadas a la calma realizadas por Juan Roig, presidente de Mercadona, o la patronal de los hipermercados, que aseguró que la cadena de suministro estaba garantizada. El miedo a quedarse sin alimentos ha provocado que la industria haya tenido que disparar la producción.
Largas hileras de compradores comenzaron a verse en Madrid y País Vasco, pero se extendieron rápidamente por el resto de la geografía española. «Ayer por la tarde tuvimos una reacción impulsiva en las tiendas de Madrid y Vitoria«, dijo Roig este martes. En la venta online, la infraestructura es todavía marginal al contar solamente con el 2,4% de cuota de mercado, según Kantar. De ahí que haya varias referencias que figuren como agotadas en las páginas web de grandes cadenas de supermercados, como Mercadona, Carrefour y DIA.
El boom no cogió a las marcas desprevenidas. Según explica un ejecutivo del sector, las compañías del sector de la distribución comenzaron a realizar pedidos más grandes de lo normal hace dos semanas, con el estallido del brote de coronavirus en el norte de Italia. Desde entonces: «hay cadenas que nos hacen encargos de forma diaria, según el avance de la demanda, y otras que lo hacen pensando en almacenar stock«, explican desde una empresa láctea.
En Ebro Foods, las ventas crecen entre el 30% y el 40% en las categorías de arroces y pastas
«El abastecimiento está asegurado en las grandes firmas –otro caso es el de DIA, con problemas particulares–«, aseguran fuentes de seis compañías alimentarias consultadas por este medio. Esto no significa que los pedidos no sean también más voluminsos de lo habitual por parte de los supermercados. Las ventas se han disparado por encima del 20%, coinciden la misma firma láctea y otra de la competencia.
La leche no es el único producto afectado. Varios medios informaron este miércoles que las ventas de Ebro Foods habían crecido entre el 30% y el 40% en gamas como el arroz y la pasta en comparación con el mes de marzo de 2019. ¿El futuro? «Dependerá de si se racionaliza el comportamiento de los compradores, pero parece extraño que estas colas duren muchas semanas», aseguran las voces consultadas.
Los últimos datos hechos públicos por la consultora Nielsen revelan que las ventas en el sector de la distribución crecieron el 8,3% en España en la última semana de febrero. El ascenso llegó impulsado por los alimentos no perecederos. El arroz subió el 44,9%; las legumbres lo hicieron el 47,1%; las pastas, el 30,9%; las sopas, el 19,6%; los platos preparados, el 25,9% y el aceite, el 5%. Los incrementos, aunque abultados, todavía no son alarmantes, dicen desde una de las empresas.
Sin embargo, las compañías ya toman medidas para prepararse, tanto por si la escalada de la demanda se mantiene como por si sufren una rotura en la cadena de suministro, algo que nadie puede asegurar que no ocurra, ya sea por un contagio masivo de trabajadores o por los problemas de pueda sufrir algún proveedor. «Los supermercados ya cuentan con stock de sobras, pero nosotros también lo hemos incrementado», ilustran desde una de las firmas lácteas consultadas.
Empresas como GB Foods y Damm han dado orden de incrementar el stock de sus productos
Además, una fuente del sector explica que GB Foods –la antigua Gallina Blanca— se encuentra incrementando sus existencias para tener material extra ante cualquier contratiempo. Si lo habitual era almacenar productos por alrededor de 20 días, la misión actual es la de acercarse a los 40 días; especialmente en los grandes éxitos de la empresa, como los Yatekomo y los caldos. Consultada por este medio, la empresa declinó ofrecer más información.
Uno de los principales fabricantes de pan del país también confirma que se están incrementando los stock, aunque no concreta el volumen. «Aunque el impacto del crecimiento de la demanda ya comienza a notarse, se verá más claramente en un par de semanas, cuando a los supermercados se les comiencen a agotar las existencias acumuladas», explica. La pelota, de nuevo, en el tejado de los comprados.
Pero el impacto de la fiebre compradora no sólo se notó en compañías que elaboran productos teóricamente básicos, como el pan, la leche o la pasta. Fuentes internas explican que la cervecera Damm ha dado orden de incrementar el ritmo de producción alrededor del 25% con la voluntad de tener mayor volumen de productos en sus almacenes y así poder hacer frente a otro incremento excepcional de la demanda o a algún problema interno en la fabricación.
Un supermercado por cada 2.000 personas
Más allá de las medidas tomadas por las distintas empresas y la sonrisa de los responsables de ventas a la hora de comprobar las cifras de ventas, desde la patronal Asedas –que agrupa a Mercadona, Condis, Ahorramás o DIA– defienden la red de distribución española, con 400 plataformas logísticas y más de 24.300 tiendas entre supermercados e hipermercados.
«Gracias a esta estructura, en España existe una tienda de distribución moderna por cada 2.000 habitantes», cifran desde la asociación. Y añaden: «sumando a la distribución detallista tenemos una tienda por cada 840 consumidores, muy superior a la mayoría de los países europeos». El objetivo, espantar el racionamiento al que ha tenido que acogerse firmas como la británica Tesco.