Zuckerberg sale retratado del Capitolio: hegemonía a base de clonaciones
El Congreso y el Senado de los Estados Unidos ponen el foco sobre el imperio Zuckerberg y cómo evitar que se consolide como un monopolio tecnológico
La comparecencia de Mark Zuckerberg el pasado martes en el Congreso de los Estados Unidos y este miércoles ante el Senado ha dejado pocos titulares. Poco más allá del mea culpa del fundador de Facebook por el escándalo de la fuga de datos en el caso Cambridge Analytica. No obstante, una duda recorrió las dos Cámaras en ambas jornadas: ¿Es Facebook un monopolio?
«Ciertamente, no lo veo así», contestó al respecto el creador de la red social a la senadora Lindsey Graham. Lo cierto es que, durante todos estos años, Zuckerberg ha hecho de Facebook un gigante que integra cada vez más servicios, al mismo tiempo que ha ido adquiriendo otras aplicaciones complementarias.
Las razones están encima de la mesa. La red social posee a estas alturas otras aplicaciones igual o más relevantes: Whatsapp y Messenger dominan la mensajería instatánea sin rival aparente, mientras que Instagram lo hace en las fotografías en detrimento de Snapchat. Ahora, además, está potenciando el servicio de vídeo con Watch para vencer a Youtube.
Facebook domina el imperio de las apps a través de la compra (WhatsApp) o clonación de competidores (funciones de Snapchat en Instagram)
Se trata, ni más ni menos, de un imperio labrado a través de la clonación de sus competidores –como las stories de Snapchat en Instagram, Whatsapp y Facebook– que le ha llevado a ostentar tres de las diez principales aplicaciones de iOS de los EE.UU, según la empresa de información y mercado de aplicaciones estadounidense App Annie.
Las compras de Facebook
La otra arma de Facebook es la adquisición de competidores. Como compras más significativas están Whatsapp, por 16.000 millones de dólares (2014) o Instagram, por 1.000 millones de dólares (2012).
También otras plataformas como la compañía israelí de software de reconocimiento facial, Face.com, por 100 millones de dólares (2012) o el agregador de feeds donde se agrupan las actualizaciones de varias redes sociales, FriendFeed, por 47,5 millones (2009).
Las compras de Facebook: Instagram, por 1000 millones de dólares (2012) y Whatsapp, por 19.000 millones de dólares (2014)
Ahora, queda por saber cómo las autoridades americanas emprenderán una regulación –si es que finalmente se lanzan– para poner coto a los abusos de Zuckerberg.
Diferentes analistas aseguran a Tech Crunch que la forma más poderosa de promover la competencia en el espacio digital es evitar que Facebook adquiera más redes sociales en el futuro o, incluso, la posibilidad de segmentar la compañía.
¿Por qué? La estructura de aplicaciones que tiene actualmente constituida la red social le permite operar con economías de escala para mejorar sus resultados a nivel de publicidad y ventas, lo que le reporta un incremento de ingresos cada año.