DIA: los fondos se frotan las manos a la espera de la opa de Fridman
A falta de 12 días para que termine el plazo de aceptación, los fondos compran más acciones de DIA para asegurarse una venta exitosa ante Fridman
El sí a la opa de Fridman sobre DIA tiene un precio. Pese a que muchos accionistas se resisten a vender sus acciones al magnate ruso, hay algunos fondos que, a raíz del desplome de la acción y su no recuperación, no han dejado de comprar acciones a un precio inferior al precio de la oferta pública de adquisición (0,67 euros por acción) para asegurarse una venta exitosa y, si puede ser, forzar a Letterone a subir el precio.
Durante la última semana, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no ha dejado de aflorar los movimientos de estos fondos. Ya representan el 12% del capital de la compañía, el tercio de lo que Fridman necesita sumar para que su operación llegue a buen puerto (35,6% de las acciones) antes del 23 de abril, aunque puede pedir una prórroga de 47 días.
Uno de los inversores que ha acometido más esfuerzos por hacerse fuerte en DIA es Boussard & Gavaudan (BG), la gestora francesa que hace una semana ni siquiera aparecía en los registros del regulador. Tiene ya más del 4,8% de la compañía, después de haberse reforzado en las vísperas de la reunión del consejo de administración. Gestiona su participación a través de dos vehículos inversores: la sociedad irlandesa de inversión colectiva BG Master Fund ICAV y el propio Emmanuel Boussard, fundador del fondo.
Boussard & Gavaudan no aparecía en los registros de la CNMV hace una semana. Ahora tiene el 4,8% de DIA
Su registro en el accionariado de DIA coincidió con la aprobación de la CNMV a la opa de Fridman, en la que Letterone puede consultar frecuentemente a GVC Gaesco qué grado de aceptación tiene la opa y puede hasta el día 18 anunciar una hipotética subida del precio.
Otro de los nuevos accionistas de DIA es el banco canadiense Scotiabank. La entidad, uno de los cinco grandes del país, ha aflorado el 1,77% del capital social en la cadena de supermercados esta semana. Compró su paquete un día ante a que el consejo de administración se pronunciara sobre la opa.
La clave de sus movimientos está en la cotización. Los 0,67 euros que pagará Fridman suponen una prima de, aproximadamente, un 56,1% respecto del precio de cotización de las acciones de la sociedad al cierre de mercado del 4 de febrero de 2019 (0,43 euros por acción), última sesión bursátil antes de la publicación del anuncio de la opa.
¿Subirá Fridman el precio? Sus representantes han insistido hasta el momento en que no lo harán, pero lo cierto es que cada acción en posesión de otro accionista que no sea Letterone mete más presión para poder llegar al 35,6% necesario (la mitad de lo que no controla Fridman) que la ley marca como umbral para una opa voluntaria.
Bontoux (Carrefour) y su guerra en solitario
El fondo Naturinvest tampoco ha dejado de comprar acciones. Su propietario, Greoire Bontoux, de la familia heredera de Carrefour, rompió recientemente su alianza con los hermanos Gómez-Pablos, con quien unió sus acciones para votar en la junta de accionistas, en la que se abstuvieron de todas las propuestas.
Ahora, el empresario francés mantiene un 3,26% de las acciones de la multinacional de alimentación española, 0,4% más que lo que tenía con anterioridad en el pacto de la sindicatura que se disolvió. Su intención respecto a la opa se inclina más por no vender, pero nunca se ha opuesto abiertamente a Fridman.
Fuentes cercanas cuentan a Economía Digital que el objetivo del empresario no es tanto la búsqueda de una solución alternativa, sino forzar una subida de precio. Algo similar busca el empresario portugués Luis Amaral, que tiene menos del 2% de las acciones de la compañía y comunicó ayer, miércoles, que no acudiría a la opa y permanecería en el capital, con el objetivo de que parte de los accionistas tomaran nota y se unieran al boicot.