DIA culpa hasta a la lluvia de sus peores resultados
La cadena de supermercados DIA achaca la caída de beneficios a la devaluación Argentina y Brasil y a la lluvia en España
Una cantidad de lluvia excepcional ha ocasionado que los consumidores se desplacen menos a las tiendas y hagan menos compras de impulso, según la compañía. Los resultados de DIA están llenos de justificaciones para hacer ver que la responsabilidad de la caída de márgenes y beneficios es del universo entero, salvo de la cúpula directiva, dirigida por Ricardo Currás.
La compañía explica que en España existe una fuerte competencia y que, a pesar de ello, ha logrado mantener las ventas brutas. En Brasil, la empresa sufre las consecuencias de una dura deflación y en Argentina atraviesa una difícil situación macroeconómica.
DIA se escuda en que la lluvia ha afectado las ventas de proximidad
En el apartado de ventas en España y Portugal, DIA explica una situación llamativa. “Las ventas de proximidad han sido afectadas de forma significativa por una cantidad inusual de lluvia”, asegura la empresa para justificar la caída, de 1.570 millones de euros del último trimestre del año pasado hasta los 1.502 millones del primer trimestre de este año.
Satisfacción pese a la caída
La acción de DIA se desplomó 6% este jueves tras la presentación de resultados. El precio de la acción roza mínimos en los últimos cinco años pero la cadena sigue valorando de forma positiva la gestión directiva.
“Hemos implementado un ambicioso plan de remodelaciones con 480 tiendas renovadas en Iberia y con muy buenos resultados. El margen de ebitda ajustado en España ha sido algo inferior al del año pasado y se recupera frente al descenso que se produjo en el cuatro trimestre de 2017. Esperamos una tendencia de recuperación positiva en ventas en Iberia para los próximos trimestres al mismo tiempo que progresan nuestros planes de renovación de tiendas, abriendo otras nuevas y mejorando la satisfacción del cliente”, explicó el consejero delegado de DIA en una nota pública.
La lluvia ha impedido a DIA vender tanto como quería en el primer trimestre del año, cuando la compañía se vio obligada a reducir precios para no perder cuota de mercado. Pese a ello, la compañía redujo márgenes y también perdió participación de mercado, mientras continúa la reducción en su número de tiendas. Sigue lloviendo en DIA, pero lo peor de la tormenta puede estar por llegar.