Derbi negociará con su plantilla las condiciones económicas del cierre
La dirección de la factoría de Martorelles comunica al comité de empresa su intención de no presentar ningún ERE
Piaggio no presentará un ERE para cerrar la factoría de Derbi en Martorelles. Así lo ha comunicado la dirección catalana del grupo al comité de empresa en una reunión de urgencia solicitada por los trabajadores de la factoría. Tal como han confirmado a Economía Digital fuentes cercanas al director de recursos humanos del grupo, Miguel Charneco, la compañía se centrará en negociar con su plantilla las condiciones económicas del cierre de la factoría y el traslado de la producción a Italia. Asimismo, Piaggio ha puesto fecha al paro de la producción: 30 de junio.
Este miércoles el comité de empresa de Derbi se reunirá en la Generalitat con Ramon Bonastre y Jordi Carbonell, representes de la conselleria de Empresa y Ocupación. Un encuentro que ya estaba previsto “porque esperábamos la noticia. Aunque un poco más tarde, en verano”, ha afirmado el representante de CCOO en la factoría, Fernando Cornejo. Los sindicatos mayoritarios ya habían mostrado su preocupación por el futuro de Derbi ante “la crisis del sector que se está viviendo en Italia. Somos una moneda de cambio para Piaggio”. Asimismo, achaca a criterios “políticos” esta decisión porque “económicamente la fábrica es viable”.
Desde el comité explican que la gerencia de Martorelles reconoce que no tiene el poder necesario para pactar la continuidad de la fábrica. Por lo tanto pide que sea el Govern catalán quien consiga “línea directa con Roberto Colaninno, presidente de Piaggio” y negocie mantener el centro catalán. Con todo, este jueves empezarán una huelga indefinida. “Solicitamos protestar para conseguir un plan de viabilidad, ahora reivindicaremos que Derbi no cierre”, afirma el secretario del metal de UGT en el Vallès Oriental, Antonio Carrera.
Garantías financieras
Por otro lado, tanto la dirección de Derbi como los sindicalistas han recordado que en 2009 el grupo italiano firmó con el Govern catalán un acuerdo a tres años que garantizaba económicamente la continuidad de la factoría. “Lo usaremos para intentar que no cierren, porque supondrá un golpe muy duro por el territorio”, ha dicho Carrera.
Y es que directamente se quedarán sin empleo 200 trabajadores, aunque los sindicatos calculan que los daños a las industrias auxiliares pueden poner en jaque a 2.000 asalariados más. Sobre todo si se tiene en cuenta que la otra factoría de referencia en la zona, Yamaha (Palau-solità i Plegamans), también está deslocalizando su producción hacia Francia.