La prensa pide más al Gobierno: insiste en las ayudas ‘a la italiana’
La Asociación de Medios de Información (AMI) recuerda que todavía quedan tres peticiones del sector por atender desde Moncloa
Tras un mes del SOS al Gobierno por parte de la prensa, afectada por una caída drástica de la inversión publicitaria y una cascada de ERTE en diferentes medios de comunicación de grandes grupos, el sector ve que el Ejecutivo no ha movido todas sus fichas. Sí ha dado ayudas a las televisiones privadas y ha aprobado una reducción del IVA a los digitales, pero los medios impresos siguen recordando que su lista de deseos no se ha cumplido por lo que respecta a la inversión institucional ni tampoco a las desgravaciones para los anunciantes, tal como ha sucedido en Italia.
Así lo recuerda el presidente de la Asociación de Medios de Información (AMI), Ramón Alonso, en conversación telefónica con Economía Digital. Las ayudas a la italiana pasan por potenciar desgravaciones fiscales a los anunciantes, quienes, ante el freno en seco a la economía en general y al consumo en particular por el coronavirus, han huido de los medios de comunicación.
En el país transalpino, las desgravaciones han ido dirigidas a todo tipo de medios, ya sean diarios de papel, medios digitales, televisiones y radios. También se han extendido a los quiosqueros, que se han podido desgravar hasta 4.000 euros en costes como el alquiler, las facturas de luz, teléfono, internet y gastos de envío a domicilio.
El coronavirus en España e Italia, dejando de lado su evolución, ha afectado de manera similar a la prensa. En ambos se ha decidido mantener los quioscos abiertos y considerar al sector de los medios como esencial. También es comparable el comportamiento de las ediciones digitales de los medios de uno y otro país, de acuerdo a los datos de los portales que contabilizan sus audiencias. Por ejemplo, el diario económico Il Sole 24 Ore anotó un crecimiento del 210% respecto a su media tradicional de audiencia, mientras que en España se detectó una subida generalizada de la mayoría de grandes medios, según el auditor oficial Comscore.
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De las otras medidas que solicitó la AMI, bonificaciones en las cuotas de la Seguridad Social en las empresas de comunicación y un gran compromiso de inversión institucional, tampoco se sabe nada, según defienden desde esta asociación de editores, en la que están representados los propietarios de periódicos como El País, La Vanguardia o El Mundo.
De momento, según reconoce Alonso, no cierran la puerta a que el Gobierno pueda aceptar alguna de ellas. «Hay esperanza», reconoce, a la vez que prefiere no pronunciarse sobre el calendario de negociaciones con el Ejecutivo.
Otras fuentes conocedoras de las negociaciones remarcan que la situación entre editores y Gobierno se ha enfriado de un tiempo a esta parte, sobre todo teniendo en cuenta el «atasco» de solicitudes de ayudas (la hostelería o los autónomos son dos claros ejemplos) que se ha generado en la administración a raíz de la crisis sanitaria.
Las conversaciones entre la asociación de editores y el Gobierno sigue sin avanzar desde hace un mes
El último episodio que dejaron las negociaciones fue la creación de una mesa a tres bandas en la que se incorporaron por último los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, como portavoces de los comités de redacción.
Los representantes de los trabajadores se unieron a los miembros ya presentes desde el primer momento de las conversaciones: la patronal y el secretario de estado de comunicación, Miguel Ángel Oliver, en representación del Gobierno.
Ayudas en el IVA de los digitales y a las televisiones
Así las cosas, cuando ya ha transcurrido cerca de un mes desde que la AMI trasladó su propuesta, la prensa ha recibido por parte del Gobierno la reducción del IVA digital, que pasará de un 21% al 4%.
Esta medida implica que los productos digitales dejarán de pertenecer al grupo de IVA general, donde se encuentran productos como la gasolina, el alcohol o el tabaco, y pasarán a categorizarse en el llamado IVA superreducido, como los medicamentos, la leche o la verdura.
Las televisiones privadas recibieron 15M por el gasto adicional en su cobertura mediática
«La decisión venía aplazándose años. El exministro Luis de Guindos ya afirmó en 2016 que los libros y publicaciones digitales pagarían los mismos impuestos que los impresos», reconoció la propia asociación cuando conoció la medida. «Esta bajada venía siendo un caballo de batalla para la AMI, así como la Federación de Gremios de Editores (FGEE), que venían peleando por reducir la desigualdad en cuanto al IVA para la prensa, revistas y libros digitales».
La última medida, que completa la lista de ayudas a los medios, no afecta a la prensa digital ni en papel, sino a las televisiones. El grupo de cadenas privadas en España, entre las que está Atresmedia, Mediaset y otras más pequeñas (Kiss o Trece, por ejemplo), recibió cerca de 15 millones de euros para compensar la parte de los costes que estos prestadores asumían por su obligación de mantener durante seis meses un nivel de de cobertura poblacional más elevado que en situaciones cotidianas.
Impacto en los medios: caída de ingresos y ERTE
Dada esta situación, el tiempo apremia a algunas grandes cabeceras. El impacto de la crisis sanitaria en los medios de comunicación es incuestionable, visto que los datos de consultoras especializadas, como Infoadex, cifran la caída de los ingresos por publicidad en el primer trimestre — lo que implica analizar solo dos semanas del estado de alarma — en más de 100 millones de euros.
Así se observa en los datos trimestrales de inversión publicitaria publicados hace semanas. El total que los anunciantes destinaron en publicidad llegó a los 1.232,8 millones de euros entre enero y marzo de este 2020, frente a los 1.373,4 millones del primer trimestre de 2019.
La inversión publicitaria en el primer trimestre cayó en más de 100 millones respecto al pasado año
Las consecuencias las han pagado principalmente las plantillas de los principales medios, ya mermadas por las crisis que ha vivido el sector en años anteriores. También algunos grupos han recortado en la alta dirección, con reducciones de sueldo o renuncias a bonus millonarios.
A las cabeceras que ya han anunciado sus ERTE, intentando salvar el área de redactores y profesionales de la información, como Vocento, se unen las que ultiman la puesta en marcha de las negociaciones con sus trabajadores (Unidad Editorial y Prisa). También hay casos como el de Prensa Ibérica, que ha llevado a cabo ajustes en la mayoría de sus cabeceras —cuenta con la red de diarios regionales más extensa de España—sin lograr un acuerdo con los trabajadores, como sucedió en El Periódico de Catalunya.