Colonial se desangra. La inmobiliaria española, lejos de recuperarse de su delicada situación económica, ha registrado unos números rojos en el primer semestre que ascienden a los 308 millones de euros. Supone un incremento del 73% más respecto al mismo periodo de 2012.
Asentia, su particular banco malo, es la principal losa de la compañía especializada en los activos prime. Por ello, el principal objetivo de Colonial es deshacerse de la sociedad, pendiente de venta. Y es que, sin contar con el efecto provocado por el negocio de vivienda y suelo que tiene segregado en Asentia, el resultado de Colonial arrojaría una ganancia de 87 millones, un 9% menos.
Endeudamiento de Colonial
Pero, además, la inmobiliaria baraja todo tipo de alternativas para superar su maltrecha situación y reducir entre 600 y 700 millones la deuda de la matriz que supera los 2.000 millones.
El endeudamiento de la compañía es del 75%, tal y como reconoció el consejero delegado, Pere Viñolas, en la última junta de accionistas. La venta de activos o una ampliación de capital son sus principales bazas. Aunque la compañía que preside Juan José Brugera todavía no han tomado una decisión firme al respecto.
Filial francesa
Incluso la compañía baraja desprenderse de la joya de la corona: su filial gala, Société Foncière Lyonnaise (SFL). Al igual que el mercado español, el mercado de oficinas ya empieza a notar los efectos del debilitamiento de la economía francesa aunque los activos prime aguantan el tipo. Además, SFL aportó hasta 12 millones a las cuentas de Colonial, el 24% más respecto al mismo semestre de 2012.
En el caso del mercado de oficinas en Barcelona y Madrid, la compañía destaca en sus resultados que los precios se sitúan a niveles “históricamente bajos”.