Cirsa prepara el desembarco en Sharp
El grupo catalán de juego estudia complementar su producción en las instalaciones de Sant Cugat del Vallès. Los egarenses firmarán la compra del antiguo centro de Sharp el 15 de septiembre
El 15 de septiembre a las 6.40 horas de la mañana la antigua fábrica de Sharp en Sant Cugat recuperará la actividad. Entonces tendrá nuevo propietario, el grupo de juego catalán Cirsa capitaneado por Manuel Lao. Tras cerrar el semestre con un beneficio de 141,2 millones, el 14% más que en el mismo periodo del año anterior, estudian complementar su producción en las instalaciones del Sant Cugat Technologic Center, la sociedad que nacerá cuando rubriquen el acuerdo con la multinacional japonesa.
Con una actividad que crece cada vez más en Latinoamérica y el desembarco que han hecho en el mercado italiano, fuentes del sector explican que las 100 personas que se quedan en el Vallès Occidental se dedicarían a atender las puntas de producción que tienen a lo largo del año y a mejorar la logística de Nortia (filial de Cirsa de la que dependerá directamente el centro). Los detalles de la hoja de ruta se comunicarán a los trabajadores el próximo jueves. “La gente de Cirsa ha empezado a entrevistarse a título individual con el personal cualificado, los demás no conocemos ningún detalle del trabajo que haremos”, explica a Economía Digital la presidenta del comité de Sharp, Vicky Hinojosa.
Y es que desde el primer día Lao se ha mantenido al margen de todas las negociaciones con la plantilla. Al anunciar la adquisición, la dirección de Cirsa dejó claro que en su proyecto sólo cabían 100 trabajadores y dejó en manos de Sharp hacer los deberes necesarios para que su alternativa industrial llegara a buen puerto.
Definir la ubicación de un centenar de trabajadores
Por el momento, la japonesa Sharp ha hecho la parte más difícil de la lista de tareas pendientes: ha despedido a 87 personas. La mayoría han sido prejubilaciones, que han afectado a todos los trabajadores de más de 55 años.
Ahora tendrá que cumplir la otra mitad del pacto suscrito en el ERE. A la vuelta de las vacaciones aún no ha redefinido la ubicación de otros 100 trabajadores que se quedan en la plantilla de Sharp: la red comercial que tenían y una pequeña parte de la producción. Los representantes sindicales esperan que esta cuestión quede resuelta antes de que termine el mes.