Lázaro rompe el pacto de no agresión con Garamendi en CEOE
Juan Pablo Lázaro aprovecha la crisis catalana para impulsar un plan que debilite a Antonio Garamendi, virtual sucesor de Juan Rosell
La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que preside Joan Rosell, ha acordado todos sus comunicados sobre el conflicto político catalán por unanimidad. Por este motivo, causa sorpresa en gran parte de los miembros de su junta directiva que aparezcan informaciones en la prensa sobre un motín interno contra el presidente por su supuesta tibieza con la deriva independentista.
Las fuentes consultadas atribuyen estas “filtraciones interesadas” a una toma de posiciones en la “carrera electoral” para suceder a Rosell al frente de la gran patronal española: al atacar a su actual presidente, intentan debilitar al candidato mejor situado para sustituirle, Antonio Garamendi.
Fuentes de la junta directiva indican que, incluso, algunos medios han especulado con una dimisión de Rosell porque eso le evitaría mostrar su apoyo al artículo 155 de la Constitución para suspender la autonomía catalana. “Rosell se irá cuando finalice su mandato en noviembre del próximo año, ni un día más ni un día menos”, aseguran.
Estas fuentes indican que no tiene ningún sentido atacar a Rosell: primero, porque ha dejado bien claro que no se presentará a la reelección y, segundo, porque repetidamente se ha manifestado en contra de la independencia de Cataluña. Pero se están produciendo movimientos en la cúpula de la CEOE en clave electoral.
Meses atrás, nadie ponía en duda que Garamendi sería el único candidato a la presidencia. Incluso se apuntaba que podría formar un ticket electoral con Juan Pablo Lázaro, el presidente de la patronal madrileña CEIM. Esta posibilidad se ha desvanecido. “Cada uno va a la suya”, apuntan en la patronal. Lázaro dice públicamente que no tienen intención de presentarse, pero algunos de sus compañeros creen que si se le presenta la oportunidad, dará el paso al frente.
Las patronales madrileña y andaluza están por la línea dura
Las críticas a Rosell por su supuesta tibieza con la deriva independentista surgen de la madrileña CEIM y de la andaluza CEA. Sin embargo, desde esta última patronal, presidida por el malagueño Javier González de Lara, se precisa que si bien es cierto que este ha pedido más dureza en los comunicados sobre el conflicto catalán nunca ha cuestionado al presidente de la CEOE.
El mar de fondo contra Rosell favorece la aparición de candidaturas alternativas a la de Garamendi, actual vicepresidente de la CEOE, presidente de Cepyme y de la patronal Confemetal, que representa a la cúpula del sector del metal en España. Las fuentes consultadas vaticinan que Lázaro también saltará al ruedo.
CEOE: empieza la pugna electoral para suceder a Joan Rosell
Algunos miembros de la junta directiva incluso creen que saldrán más candidatos. El debate en torno al catalán Rosell puede afectar negativamente a su sucesor in pectore, el vasco Garamendi. Este ha procurado no mostrar ni un resquicio de duda sobre la aplicación del artículo 155. Los comunicados de Cepyme todavía son más duros que los de la CEOE sobre la cuestión catalana.
Rosell se siente respaldado
Rosell participó este miércoles en un encuentro empresarial en Madrid. Cuando un periodista le preguntó si se sentía respaldado por la junta directiva de la CEOE, el presidente aseguró que «sí», porque de lo contrario “saldría gente a decirlo”. Al menos en las últimas reuniones del comité ejecutivo y de la junta directiva de la patronal nadie levantó la voz para criticarle por algunas de sus declaraciones públicas.
En la cadena SER, se mostró partidario de encontrar vías intermedias para Cataluña “entre la independencia y la sumisión total”. No obstante, en los órganos de la CEOE no le han pedido explicaciones.
“Si le dan palos (a Rosell), no es por sus declaraciones, con las que se pede estar de acuerdo o no”, asegura un miembro de la directiva. Recuerda que el comunicado que difundieron después de la última reunión de la junta es claro y contundente: “apoyo incondicional” al Estado para lo que haga falta. Esto también incluye la aplicación del artículo 155 para suspender la autonomía catalana.