La Cámara de Barcelona sale del agujero
La Cámara de Comercio de Barcelona cierra 2016 con un ebitda de 1,1 millones de euros
Lo peor ha pasado para la Cámara de Comercio de Barcelona. La institución, que, como el resto de cámaras, vivió un vía crucis en 2010 a raíz de la supresión de las cuotas empresariales, acaba de cerrar el segundo año consecutivo ganando dinero, mejorando sus números verdes y superando ya el millón de euros de beneficio operativo.
La entidad que preside Miquel Valls logró un ebitda de 1,08 millones de euros en 2016, según las cuentas anuales aprobadas por el pleno de la Cámara el 6 de abril pasado, a las que ha tenido acceso Economía Digital. Esta cifra supone un incremento del 31,6% sobre los 824.000 euros que consiguió en 2015, año en el que dejó atrás los números rojos de la crisis.
La Cámara de Barcelona cerró el año pasado con unos ingresos de poco más de 15 millones de euros, un 2,2% menos que en 2015 y un 10,8% menos de lo presupuestado inicialmente. El gasto operativo también se redujo, hasta los 13,96 millones, un 4% menos que en el año anterior y un 11,2% por debajo de lo presupuestado.
Esta diferencia entre ingresos y gastos generó un ebitda de casi 1,1 millones de euros, Tras descontar más de un millón de amortizaciones, el resultado del ejercicio liquidado fue de 58.000 euros positivo, más del triple que en 2015.
Larga crisis: la supresión de las cuotas dejó a la Cámara de Barcelona sin cerca de 30M anuales
¿Qué explica la mejora del resultado mientras caen los ingresos? La reforma de la ley de cámaras de Zapatero dejó a la institución barcelonesa sin cerca de 30 millones de euros anuales de ingresos en cuotas. Tras esta pérdida, la cámara se adaptó, recortando gastos y estructura, y fue reduciendo sus pérdidas operativas gradualmente hasta 2014.
Fuentes de la institución explicaron que los números de 2016 demuestran que, tras lo esfuerzos hechos en los últimos años, la actividad de la cámara ya es sostenible por si sola y, de hecho, está mejorando sus principales magnitudes.
Respecto a la caída de ingresos, se explica por la llegada tardía de fondos europeos. La Cámara presupuestó unos ingresos por programas del fondo social europeo que, en lugar de empezar en enero, empezaron en septiembre o, algunos, no lo hicieron hasta este año. Esto redujo los ingresos por subvenciones de los 6 millones previstos a 4,46.
La llegada tardía de fondos europeos rebaja los ingresos de la Cámara, pero también sus gastos
Por el mismo motivo, los gastos de la actividad se redujeron en 1,3 millones, con lo que la ausencia de los fondos europeos, que son finalistas, no repercutió negativamente en los resultados de la institución pese a reducir su actividad. Las mismas fuentes aseguraron que las cuentas de 2016 superaron la auditoría sin salvedades y que serán publicadas cuando las apruebe la Generalitat.
La Cámara de Barcelona vive desde hace dos años en una situación de provisionalidad, ya que ha vencido el mandato de su presidente. No obstante, Miquel Valls no ha convocado nuevas elecciones a la espera de que el Parlament apruebe una nueva ley de cámaras, congelada desde hace más de medio año y que no tiene visos de ver la luz en los próximos meses.