Caixabank se hace invisible en Repsol tras vender acciones por 400M
Caixabank vende el 1,7% de las acciones de Repsol por 400 millones de euros y ya no figura entre los accionistas de referencia
Caixabank ha vuelto a vender un paquete de acciones de Repsol y se queda con menos del 3% de la petrolera, por lo que ya no consta en la CNMV como accionista de referencia. Esta vez, la cantidad corresponde al 1,7%, con un importe de 400 millones de euros. Repsol cuenta con dos accionistas significativos: Sacyr, con el 8,2% y Blackrock, con el 4,6%.
Los dirigentes de la entidad financiera presidida por Jordi Gual han decidido extender el plazo de desinversión hasta finales de este 2019, tras el desplome en el precio de sus acciones que vivió Repsol en el último trimestre del pasado año. Una caída provocada en parte por la caída del precio internacional del petróleo.
En un principio, Caixabank se había comprometido a vender en el mercado el 4,6% que aún le quedaba en Repsol desde el pasado septiembre de 2018 hasta finalizar este mes de marzo de 2019.
CaixaBank se anotó pérdidas de 453 millones de euros por la venta de la totalidad de su participación en Repsol
No obstante, el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Gortázar, aseguró que venderán de una manera en la que todo el proceso sea beneficioso para sus accionistas.
Caixabank anunció que se iba de Repsol tras 14 años de relación y de ser la primer accionista de la petrolera. Así, puso en venta el 9,36% de su participación, con la que espera obtener cerca de 2.500 millones de euros.
En el caso de que se prolongara la caída de las acciones de Repsol, el banco podría tener que asumir un mayor impacto sobre su patrimonio. De hecho, Caixabank se anotó pérdidas de 453 millones de euros por la venta de la totalidad de su participación en Repsol.
Récord de beneficios pese a Repsol
En 2018 Caixabank cerró con un beneficio récord de 1.985 millones de euros, un 17,8% más que en 2017. Pese al resultado positivo, se quedó a las puertas de los 2.000 millones que vaticinaban los analistas. La venta de las acciones de Repsol fue el detonante para frustrar este hito.
Las comisiones subieron un 3,4%, como el margen de intereses, mientras que el margen bruto creció un 6,6% y el de explotación, un12,7%, hasta los 4.109 millones, por menos gastos extraordinarios.
La clave de los resultados está en los elementos que no son estrictamente del negocio bancario y que se contabilizan entre el margen y el beneficio. Las pérdidas por deterioro de activos financieros se redujeron drásticamente, un 87,9%, pasando de 799 a 97 millones.