Caixabank asume sin grandes agobios el ladrillo de Barclays
Con los 224 millones netos de activos inmobiliarios aportados por la antigua filial del banco británico, la entidad catalana eleva esta partida a 7.000 millones de euros
La exposición al ladrillo de Barclays no ha supuesto descalabro alguno para las cuentas de Caixabank, ya que el proceso de limpieza de activos problemáticos ha resultado notable en los últimos cinco años.
Aunque, al principio de la crisis, la filial española de la entidad británica dio más de un quebradero de cabeza a la matriz londinense, por la alta relación con el sector de la construcción y de la promoción inmobiliaria, con aquellos 3.300 millones de euros de exposición declarados en 2010, la cartera ahora traspasada resulta menos relevante tras las provisiones y ventas acometidas.
Equilibrio
Con los 224 millones de euros netos de activos adjudicados procedentes de Barclays, lo que Caixabank ha comprobado es que la situación de esta partida, al cierre del primer trimestre de 2015, es prácticamente la misma que un año antes, con un equilibrio entre lo logrado por la gestión que Caixabank ha hecho de sus activos y lo que ha supuesto la incorporación de los inmuebles de Barclays.
De esta manera, si en 2014 la entidad presidida por Isidro Fainé reconocía la existencia de 6.719 millones de euros netos en activos inmobiliarios adjudicados, ahora son 6.998 millones, con una cobertura algo mayor en el primer trimestre de 2015, hasta el 56,7%, con esas provisiones de 9.164 millones ya aportadas. Cobertura que incluye los saneamientos iniciales y las provisiones registradas con posterioridad a la adjudicación de los inmuebles.
Misma foto que hace un año
En el desglose por activos se puede comprobar esta cuestión y ver cómo los valores contables, a marzo de 2015, de edificios terminados, en construcción, suelos o las casas procedentes de ejecuciones hipotecarias, son casi los mismos de hace un año. Solo existe una pequeña variación en lo que respecta a otros activos, como oficinas u hoteles. En este caso, los 716 millones de 2014 se han incrementado hasta 836 millones.
Por lo que se refiere a los activos inmobiliarios destinados al alquiler de Caixabank, al cierre del primer trimestre de 2015, ascendían a 2.833 millones de euros netos de provisiones, con una ocupación del 87%.
El balance de la gestión de estos activos le ha permitido ingresar a la entidad presidida por Isidro Fainé 2.380 millones, tanto por la venta de inmuebles como por las rentas de alquileres. Debido, en buena medida, a la existencia en la cartera de un 54% de edificios terminados.
Hipotecas y crédito promotor
En cuanto al crédito para comprar una vivienda, Caixabank ha aumentado en más de 9.000 millones la cartera, hasta alcanzar los casi 93.000 millones al cierre de marzo de 2015. Cantidad que representa el 44% del total del crédito. La morosidad se mantiene estable, ligeramente por encima del 4%, con 3.827 millones dudosos.
En contraste, y aunque ha bajado algo, la morosidad de los créditos de los promotores sigue siendo muy alta. Ahora en el 51,6%, aunque lo hace ya con cada menos cantidad pendiente de amortizar. Si al finalizar el pasado ejercicio, los promotores debían 14.069 millones, ahora son 1.000 millones menos. A este ritmo, en 2018 prácticamente no quedará nada.