Brufau logra la unanimidad contra el pacto ‘envenenado’ de Argentina
Repsol rechaza la última propuesta para zanjar el conflicto de YPF, pero buscará una solución amistosa
El consejo de Repsol ha sido denso pero menos tenso de lo previsto. Marcará un punto de inflexión en el camino hacia una solución que compense la expropiación del 51% de YPF por Argentina. El presidente de la petrolera española ha logrado la unanimidad para rechazar una oferta que significaba volver al yacimiento petrolero de Vaca Muerta.
Los argumentos del quebranto de, como mínimo, 2.000 millones, se han aceptado, incluso por el accionista rebelde. PEMEX (9%) ha dado menos guerra de la prevista y ha marcado distancias con un documento que la petrolera mexicana se encargó de transmitir a Repsol. Antes de tomar asiento, su consejero, Arturo F. Henríquez, sabía que estaba solo.
La Caixa y Sacyr, con Brufau
La Caixa (12%), representada por Juan María Nin, ha demostrado por los hechos el escaso interés que generaba el plan de urgencia argentino, que varios analistas internacionales describen como regalo envenenado.
El gobierno de Cristina Fernández habría sobrevalorado, como mínimo, un 33% los activos incluidos en la propuesta. El presidente de Sacyr (9%), Manuel Manrique, ha acudido con la voluntad de “sumar y no de dividir”, según admite la propia compañía.
Vía judicial
Brufau mantendrá la vía judicial abierta pero el consejo quiere que Argentina sepa que la puerta a una solución amistosa sigue abierta tras el rechazo de este miércoles. Las próximas ofertas deberán ajustarse a los 5.500 millones de euros con los que se valoró la participación en YPF.
Los miembros del consejo «esperan que [Argentina] mantenga una actitud abierta al diálogo, al igual que Repsol, a fin de intentar alcanzar un acuerdo, negociado a través de los cauces societarios», según el hecho relevante enviado por la petrolera española a los mercados.
El tiempo, a favor de Repsol
Dicho de otra manera, Repsol mantendrá las acciones judiciales emprendidas pero profundizará en las negociaciones amistosas. El tiempo corre a su favor. Tiene las cuentas estabilizadas y la producción crece, en cambio, el actual gobierno argentino parece tener los días contados. En dos años se celebran elecciones generales en el país. Brufau, ha logrado el equilibrio y convencer, una vez más, al consejo. Aunque ha destensado el diapasón.