Bronca entre los trabajadores de Panrico y la policĂa catalana
Los sindicalistas denuncian la fuerza usada por los Mossos d'Esquadra para permitir la entrada de camiones en la factorĂa
La huelga indefinida en la planta catalana de Panrico ha terminado con el enfrentamiento entre trabajadores y Mossos d’Esquadra. La plantilla denuncia agresiones de la policía catalana. De hecho, dos ambulancias del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) se han desplazado a la factoría para atender a los trabajadores. Dos personas han sido trasladadas al hospital de Mollet del Vallès (Barcelona) con contusiones leves.
El origen de la confrontación está en que, por primera vez en toda la semana, este viernes han podido entrar camiones en la planta. Los sindicalistas evitan que se trabaje en el centro desde el inicio de la huelga, cuyo objetivo es reclamar el pago de la nómina de septiembre. Bloquean la entrada a la planta.
Tensión el lunes
Aunque una mayoría apoyen la protesta, hay empleados que sí aceptan el calendario de retribuciones firmado en el tribunal de mediación de Madrid y quieren acceder a su puesto de trabajo. “Básicamente, personal administrativo”, indican los sindicalistas. Pero las concentraciones en la puerta de la factoría han impedido que se reactive la producción, aunque sea de forma parcial.
La plantilla y los Mossos d’Esquadra ya vivieron momentos de tensión el lunes pasado. Los agentes, finalmente, abandonaron su intento de garantizar la entrada a la factoría y la bronca no fue a más.
Problemas en la distribución
El escenario ahora ha cambiado. Panrico no puede resistir sin problemas en la distribución de sus productos con una factoría como la de Barcelona parada. Si ocurre, las maltrechas cuentas de la compañía sufrirán más.
El propio consejero de Empresa i Ocupació de la Generalitat, Felip Puig (CiU), reconoció este jueves que la compañía está “en una situación límite” y que el tiempo juega en su contra. “Hablamos de una empresa que produce producto fresco”, señalaba. Hecho que implica que las decisiones se deban tomar sin mucha dilación. El grupo ya solicitó el preconcurso de acreedores para garantizar que ningún tercero reclamará la insolvencia de la compañía.
Deuda arrastrada
El verdadero problema de Panrico es la deuda que arrastra desde 2005, cuando la familia Costafreda vendió por 900 millones de euros la empresa al fondo Apax Partners. Una cantidad que ha rebajado por amortizaciones y quitas de las entidades financieras vinculadas a la operación.
El nuevo propietario, el fondo Oaktree, capitalizó en junio los 90 millones de euros pendientes, que pasaron a computar como recursos propios de la compañía. Éste es el gran lastre de la empresa, asegura la Generalitat.