El bloqueo en la Fira de Barcelona provoca un ataque de nervios
El presidente de la Cambra de Comerç, Miquel Valls, se queja amargamente de la “politización” de Fira de Barcelona
En los círculos empresariales catalanes cunde la inquietud porque todavía no se ha convocado el consejo general de Fira de Barcelona. Debería celebrarse antes de final de año, pero nadie asegura que se haga. El bloqueo político sigue impidiendo el relevo del presidente del consejo de administración, José Luis Bonet, que lleva dos años con el mandato caducado.
Según los estatutos de Fira de Barcelona, el consejo general debe celebrarse dos veces al año, en julio y diciembre, pero la realidad es que no se reúne desde julio de 2017, hace casi un año y medio.
Por su condición de alcaldesa de Barcelona, Ada Colau preside el consejo general de Fira, que cuenta con representación del Ayuntamiento, la Generalitat y la Cambra de Comerç. A Colau le corresponde convocar las reuniones del consejo general, pero aplazó la de diciembre del año pasado con el argumento de que entonces estaba en vigor el artículo 155. Sin embargo, tampoco convocó la que tocaba para el pasado julio, aunque ya no había 155. El motivo fue la falta de consenso sobre el sucesor de Bonet.
Como todavía no se ha desbloqueado la sucesión, no está claro que se convoque el consejo general de diciembre. No sería la primera vez que Colau se saltase los estatutos de la institución ferial. Sería la tercera vez consecutiva. A preguntas de este medio sobre la posibilidad de un nuevo aplazamiento, los responsables del Ayuntamiento declinaron hacer cualquier comentario sobre Fira.
Críticas de la Cambra de Comerç
En el pleno de la Cambra de Comerç de Barcelona del pasado jueves, su presidente, Miquel Valls, se mostró visiblemente molesto por el bloqueo político. Expresó el “deseo de que no se politice” la Fira como ocurrió en los años noventa por la pugna entre la Generalitat de Jordi Pujol y el ayuntamiento de Pasqual Maragall.
Pese a las preguntas de los miembros del pleno cameral, Valls indicó que no podía avanzar el estado de las negociaciones con la alcaldesa Colau y la consejera de Empresa de la Generalitat, Àngels Chacón. Sin embargo, no escondió su pesimismo. Cargó con contundencia contra la “politización” de la institución ferial.
Otro de los miembros del pleno que criticó el bloqueo fue Miquel Martí, presidente de Moventia. Precisamente, Martí fue el primer candidato propuesto por Valls –de forma oficiosa que no oficial- para relevar a Bonet en la presidencia del consejo de administración de Fira Barcelona. Colau lo vetó, aunque nunca reveló los motivos.
Cascada de candidatos
Colau se empecinó en que se nombrase a una mujer. Se aceptó que fuera Helena Guardans, de Sellbytel, pero esta se echó atrás. Después, Valls puso sobre la mesa el nombre de Kim Faura, responsable de Telefónica en Cataluña, pero tampoco fructificó. Ante este bloqueo, se planteó la opción de Pedro Fontana, pese a que su mandato caduca en diciembre del próximo año.
Fuentes próximas a los negociadores indican que la alcaldesa Colau y la consejera Chacón no se ponen de acuerdo. Aseguran que las conversaciones para relevar a Bonet siguen abiertas y con diversos nombres.
Bonet pidió públicamente que se le releve. Lleva cerca de catorce años en la presidencia. Uno de sus compañeros de consejo de administración apuesta a que “se comerá los turrones” siendo presidente.