Bañuelos, el Adelson valenciano
El empresario se hizo de oro con el 'boom' inmobiliario pero muchos de sus éxitos han caído en saco roto
Ambicioso, astuto y avispado. Así es como describen a Enrique Bañuelos algunos de los conocedores de sus múltiples negocios. Este empresario de 46 años de Sagunto (Valencia) se dio a conocer a través de la inmobiliaria Astroc, que tal y como creció de forma desorbitada, se desplomó años más tarde.
Bañuelos creó una gran grupo con la compra de la inmobiliaria Landscape y parte del grupo Rayet a Banc Sabadell y sacar, con una valoración de 750 millones, Astroc a Bolsa. Las acciones que partieron a 6,4 euros, llegaron a cotizarse a 75 euros para perder, en tan sólo un año, el 40% de su valor.
Pero Bañuelos logró vender a tiempo antes del batacazo y dejó en 2007 la presidencia de Astroc para poner tierra de por medio hasta Brasil, con la idea de hacer allí grandes negocios
Manteniendo una pequeña participación en Astroc, Bañuelos dejó colgado a su anterior socio, Félix Abánades, que convirtió la sociedad en la cotizada Quabit. Mientras, el empresario valenciano aplicó en el país suramericano las mismas estrategias empresariales que en España y acabó con el rabo entre las piernas volviendo a casa después de cuatro años.
Rumbo a la tierra de la esperanza
En su desembarco a Brasil, Bañuelos comenzó a comprar participaciones de varias empresas del sector inmobiliario mediante su vehículo inversor, la sociedad Veremonte, y así creó el grupo Agre, en el que controlaba un 22%.
Pero emulando lo que ocurrió con Astroc, las ventas empezaron a caer con unas deudas acumuladas de más de 400 millones. Como consecuencia, en 2010, Agre se integró con otro grupo inmobiliriario brasileño, PDG Realty, al mismo tiempo que, incapaz de centrarse en un único negocio y siempre en busca de nuevas oportunidades, Bañuelos se metió en el sector agroalimentario con la compra del 50% de Vanguarda Agro.
Volver a España
En su intento de fusionar Vanguarda Agro con la compañía líder de biocarburantes en Brasil, Ecodiesel, Bañuelos se quedó solo al no contar con el apoyo de sus socios y decidió vender parte de sus participaciones para volver a invertir en España.
En su país natal, Bañuelos se ha convertido este año en el primer accionista de la tecnológica Amper, tras adquirir el 28,2%, y se ha unido al yerno de José María Aznar, Alejandro Agag, para lanzar el primer campeonato de Fórmula 1 con vehículos eléctricos
Bañuelos y Agag pondrán en marcha este proyecto mediante la sociedad E Formula Holdings (FEH) con el fin de celebrar la primera carrera en 2014 en Río de Janeiro (Brasil), coincidiendo con la celebración del Mundial de Fútbol en el país sudaméricano.
Como nunca es suficiente para Bañuelos, ahora el empresario valenciano hace negocios con el presidente catalán, Artur Mas, como promotor inmobiliario de un megacomplejo turístico compuesto por seis parques de atracciones, en sustitución de Eurovegas.
Pero Mas tendrá que leer bien la letra pequeña del contrato para evitar que Bañuelos vuelva a contratar un pasaje a Brasil, dejando a Catalunya en la estacada.