Apple se mofa de España: reduce el pago de impuestos a casi la mitad
La compañía de Tim Cook, pese a haber tenido ya que regularizar su situación ante Hacienda, siguió operando con su sociedad irlandesa
La estrategia fiscal de Apple en España no cambió durante 2018, año en el que el Gobierno de Pedro Sánchez puso las bases para vigilar a las compañías tecnológicas. La filial de la compañía estadounidense que se dedica a la gestión de las tiendas en el mercado nacional pagó al fisco 4,6 millones de impuestos sobre beneficios, prácticamente la mitad del año anterior, gracias a su sociedad irlandesa.
Apple Retail Spain, encargada de la gestión de las 11 tiendas de la marca de la manzana en España, registró en 2018 unas ventas por valor de 394 millones de euros (un 3% más que el año pasado) y unos beneficios cercanos a los 7 millones de euros, dejando atrás las pérdidas de 2017.
Los ingresos, pese a ser muy notables, disminuyeron por el gasto de consumo en mercaderías, cuya práctica totalidad (289 millones de euros) se debió al modus operandi que la sociedad española lleva siempre a cabo: realiza la totalidad de las compras de dispositivos, como iPhones o Mac Books, a Apple Distribution International, la filial radicada en Cork (Irlanda), donde los impuestos son sensiblemente más reducidos.
Apple España pagó a Irlanda 289 millones de euros por la compra de iPhones o Mac Books
De esta forma, las operaciones continuadas durante 2018 llevaron a la filial española de Apple a terminar pagando 4,6 millones de impuestos, casi la mitad de lo que tuvo que abonar el año anterior (8 millones de euros), cuando comunicó sus primeros problemas con Hacienda.
Ese ejercicio, cerrado en septiembre de 2017, supuso que la compañía de Tim Cook tuviera que pagar otros 14 millones de euros extra, con 2,3 millones de intereses, tras las inspecciones fiscales de ejercicios pasados (los ejercicios comprendidos entre 2009 y 2012).
Las nuevas cifras de Apple, reflejadas ahora en las últimas cuentas depositadas recientemente en el Registro Mercantil, ponen de manifiesto los problemas de la administración para gravar los verdaderos beneficios de la compañía en España.
Las grandes empresas se aprovechan de un agujero fiscal que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, intentó taponar el pasado año con la puesta en marcha de la ya conocida tasa Google, que intentó compensar otro práctica habitual de las tecnológicas: anotarse en las cuentas de países extranjeros los servicios — lo hace Uber facturando en Holanda o Airbnb haciéndolo en Irlanda — que prestan en España.
Apple, Irlanda y los impuestos
Los problemas de Apple con los impuestos no se circunscriben únicamente a España. La compañía ha pasado por caja en países como Francia, donde abonó 500 millones en impuestos retrasados después de cerrar un acuerdo a finales de diciembre de 2018 con las autoridades fiscales.
Las sospechas de que Irlanda favorece fiscalmente a Apple es algo que la Unión Europea ha investigado durante años, con un final no deseado para Cook. El organismo comunitario consideró el pasado año que la empresa de Cupertino sí había recibido ayudas fiscales por parte del gobierno irlandés, por lo que impuso una multa millonaria: 13.000 millones de euros, más intereses, por impago de impuestos.
El esquema fiscal que utiliza Apple es habitual entre las grandes multinacionales. Es un sistema legal, pero despierta muchas críticas en diferentes sectores, que no dudan en señalar que la intención de estos gigantes es trasladar la mayor parte de los ingresos a países con sistemas tributarios más ventajosos.
Economía Digital ha avanzado que algunas grandes compañías han tenido problemas similares con Hacienda por el uso de sociedades en Irlanda. Fue el caso de McDonalds, que venció a la Agencia Tributaria por la mínima ante la Audiencia Nacional, pero evidenció que utilzaba sus sociedades extranjeras para adelgazar la factura fiscal en España.
Otros gigantes que han tenido problemas con el fisco en España han sido Amazon y Google. El gigante de Jeff Bezos tuvo que abonar en 2016 aproximadamente 2,2 millones después de una inspección, al igual que el gran buscador, que actualizó años atrás su declaración ante Hacienda.