Amazon liquida a 100 temporales en plena guerra con los trabajadores
Tras aplicar por la fuerza el convenio sectorial en el centro de San Fernando, Amazon distribuye el trabajo a otras plantas
Purga de Amazon en Madrid. Tras la batalla abierta con la plantilla de la planta de San Fernando de Henares por la aplicación del convenio sectorial, el gigante tecnológico repartió las cargas de trabajo hacia otros centros de la geografía española. El descenso de la actividad llegó acompañado de la salida de un centenar de temporales en la instalación.
Según denuncian desde el sindicato CGT, la notificación se produjo este fin de semana para un colectivo “que ya sufre unas problemáticas particulares añadidas a las del resto de la plantilla”. Contratos semanales cuya renovación se comunica el mismo día de vencimiento por correo electrónico y libranzas con apenas 48 horas de antelación que segan las posibilidades de conciliación con la vida privada.
Además, el dardo también va dirigido a las empresas que subcontratan a estos trabajadores, como Adecco y Manpower. “Son cómplices necesarios de este modelo precario, con desinformación y confusión sobre horarios, turnos y nóminas”, lamentan.
Pero la baja actividad podría no ser el único motivo de la salida de los temporales de Amazon. El Español informó este lunes de que todos los subcontratados que acudieron a la huelga de los días 21 y 22 de marzo entraron en el paquete de despidos.
Los motivos de la guerra en Amazon
El pasado mes de marzo, la paz laboral del centro de San Fernando estalló. Los sindicatos denunciaron que la empresa intentaba forzar una transición al convenio provincial de logística sin compensar los retrocesos que esto implicaba en cuestiones de garantía salarial, horas extra y complementos. Por ello, reclamaron que se mantuvieran el convenio colectivo propio y se aplicaran mejoras laborales acorde con los buenos resultados de la multinacional.
Representantes de los trabajadores y de la empresa negociaron durante meses la renovación del convenio firmado en 2015, que expiró el 31 de diciembre de 2016 y fue prorrogado mientras duraban las conversaciones. Ante la falta de acuerdo, los empleados convocaron un paro que no sirvió para frenar las medidas de Amazon, que aplicó por la fuerza el convenio colectivo.