Termina la opa sobre Abertis: estos son los ganadores y perdedores
Este martes finaliza el periodo de aceptación de la opa sobre Abertis, tras la que ACS y Atlantia tomarán el control. Son dos de los ganadores, pero hay más
Este martes termina el plazo de aceptación de la opa sobre Abertis, tras un año de culebrón. Después de la opa, sólo quedará que ACS, Atlantia y Hochtief la liquiden –es decir, paguen las acciones–, lo que tardará aproximadamente una semana, y cojan el control de la gestión, lo que durará meses por la complejidad de la operación.
La venta, con varios giros, ha sido sin duda la operación corporativa del año en España, y deja muchos ganadores, pero también algún perdedor.
Opa a Abertis: los ganadores
ATLANTIA, conjuntamente con ACS y Hochtief, ha logrado su objetivo de hacerse con Abertis. Aunque haya tenido que aliarse y compartir la gloria, finalmente sale ganando porque gestionará Abertis con la mitad más una acción, ha logrado esquivar las reticencias políticas en España y se convierten en el mayor gigante mundial de las autopistas. Además, al compartir la compra, también comparte el riesgo y el coste financiero.
LA FAMILIA BENETTON es doblemente ganadora: como accionista de referencia de Atlantia y porque, tras la opa, se convertirá en primer accionista de Cellnex. La empresa de torres de telecomunicaciones todavía participada por Abertis es un proyecto en crecimiento y con mucho peso en Italia.
FLORENTINO PÉREZ suele estar en el lado ganador, sobre todo cuando algo le interesa. Cierto es que tiene que compartir el éxito, pero si entraba en una guerra de opas, corría el riesgo de poner en peligro la viabilidad financiera de ACS y Hochtief. Además, con la operación a tres bandas, logra un socio para su filial alemana pese a que la seguirá controlando. Los peajes ya son suyos.
La familia Benetton gana dos veces: Atlantia controlará Abertis y ellos, Cellnex
LOS FONDOS DE INVERSIÓN tampoco suelen perder, aunque eso depende del riesgo. Los oportunistas, que entraron ya con la opa de Atlantia en ciernes, y con rumores constantes de contraopa, ganarán, aunque alguno, como Lyxor International Asset Management, saldrá perdiendo porque entró demasiado tardo al calor de los cantos de sirena que llamaban a la guerra de opas, que al final no fue.
Pero la mayoría de fondos, los nuevos y los que apostaron por Abertis hace años, ganarán. Entre estos destacan Capital Research, Lazard y Blackrock, accionistas con años de antigüedad, así como Elliott, Burlington y Farallon. También bancos de inversión como Société Générale, JP Morgan, UBS y Norges Bank saldrán de Abertis con beneficios.
LA BANCA que financiará la opa también se llevará un pellizco, en forma de intereses en una operación de más de 18.000 millones de euros pagada toda en efectivo. Entre la banca se encuentran varias entidades españolas, como el Santander, BBVA, Bankia y Caixabank, y numerosos bancos extranjeros, como BNP Paribas, Intesa San Paolo, Mediobanca, Unicrédito, Credit Suisse, HSBC, Mizuho, Commerzbank, JP Morgan y Société Générale, entre otros.
Francisco Reynés, ex consejero delegado de Abertis. EFE
FRANCISCO REYNÉS ya ganó en febrero, al ser nombrado presidente de Gas Natural. Su gestión como consejero delegado de Abertis, cuyo crecimiento llamó la atención de varios compradores, le valió la confianza de Isidro Fainé y los fondos de inversión presentes en la gasista. Así, dejó un proyecto que está mutando y saltó a una IBEX de mayor envergadura y también con grandes retos ante sí.
Opa a Abertis: los perdedores
ESPAÑA Y CATALUÑA pierden a su líder de las autopistas. Cataluña, sin gobierno desde octubre poco o nada ha hecho para impedirlo. El gobierno de Mariano Rajoy, con Álvaro Nadal como adalid, intentó frenar que cayera en manos extranjeras, y aunque lo logró parcialmente en cuanto al accionariado –se mantiene el 30% en manos de ACS–, el control lo tendrá Atlantia. Como nota positiva, se prevé que siga el equipo gestor, liderado por José Aljaro, y la sede en España.
LA CAIXA venderá y se embolsará más de 3.900 millones, y aunque no se conocen, se presuponen plusvalías –se trata de una participación histórica, de 30 años–. Pero hay varios factores que la sitúan en el lado de los perdedores: el primero, que no quería vender, es decir, que no fue a buscar una oferta o una posible fusión. El segundo, que pierde influencia política. Y el tercero, que su cartera industrial quedará debilitada, aunque puede darle la vuelta y convertir la venta en una oportunidad. Tendrá casi 4.000 millones para lograrlo.