La nueva Abertis "global" pujará por proyectos por 200.000 millones

Tras acordar la operación del año, Florentino Pérez, presidente de ACS y tiburón de los negocios, acaba de resumir en una frase la transición de una pugna con Atlantia por Abertis a una sociedad a tres bandas. “La vida es como es”, declaró frente a Giovanni Castelucci, consejero delegado de la empresa italiana de gestión de infraestructuras Atlantia.

Cree que su alianza con la italiana Atlantia para hacerse con el control de la gestora española de autopistas Abertis será “para toda la vida”. Pero luego la vida puede llevarlo por otros derroteros.

Por ahora, Florentino Pérez garantiza “la españolidad” de la empresa, aunque no tanto como hasta ahora. “Lo que pasa en España es importante pero Abertis es una empresa global”. Atlantia decidirá el nuevo consejero delegado. Se da por hecho que la actual cúpula saltará por los aires casi en su totalidad.

El empresario y sus socios italianos ya han identificados proyectos por valor de 200.000 millones principalmente en Norteamérica, Australia y Europa. En Estados Unidos se concentra el 45% de estos proyectos.

“Hemos identificados 200.000 millones en infraestructuras en mercados desarrollados y estaremos posicionándonos como la primera referencia global en infraestructuras”, aseguró. Se trata de “la creación de la plataforma global que nos confiere ventaja competitiva para crecer en los mercados estratégicos”.

Interrogantes en el aire

Ni Florentino ni Castelucci ni Marcelino Fernández Verdes, consejero delegado de Hochtief, desvelaron este jueves grandes detalles de la operación, que aún está en marcha. Era el anuncio oficial del acuerdo, en la sede de ACS, pero no se reveló si Atlantia comprará la participación de Abertis en Cellnex.

Los empresarios aseguraron que no desmantelarán Abertis para repartirse sus activos. Se trata de un acuerdo a largo plazo, con proyectos en el campo de greenflied (como las autopistas R2-Guadalajara, R3-Arganda, R5-Navalcarnero la autopista de circunvalación de Alicante que terminaron siendo una ruina) e infraestrcuturas público-privadas.

Florentino Pérez no quiso responder quién tomó la iniciativa para transformar la pugna con los italianos en negociación, se excusó por no poder contestar a todas las interrogantes de la operación. Se marchó escoltado por sus socios. Una joven periodista preguntó si Abertis mantendrá su nombre. Florentino se detuvo, sonrió, tocó su mejilla y respondió: “Ese será el nombre de toda la vida”. Pero al final, ya lo dijo Florentino, la vida es como es.