Warehouse: qué es y para qué sirve

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Dentro del ámbito económico, son muchos los conceptos que juegan un papel fundamental. De entre los más conocidos ya hemos visto muchos de ellos. Sin embargo, existen otros no tan conocidos pero que, del mismo modo, juegan un papel fundamental. Y entre estos, podemos toparnos con el concepto Warehouse, habitualmente relacionado con las finanzas estructuradas.

Como su propio nombre indica, y por su traducción al castellano que significa ‘almacén’, este concepto no hace referencia a un espacio físico, sino al almacenamiento de un conjunto de activos, con el único objetivo de titulizarlos con posterioridad. Una técnica que lleva siendo utilizada desde hace muchos años, y hoy te contaremos por qué.

Todo lo que debes saber sobre el Warehouse en el ámbito económico

A nivel general, un Data Warehouse permite almacenar datos procedentes de distintas fuentes y, posteriormente, analizarlo. Este término hace referencia a un proceso que consiste en recolectar y manipular todo tipo de datos financieros provenientes de distintas fuentes, con el único fin de recuperar información valiosa para una empresa, que pueda utilizar a su favor a posteriori.

Este Warehouse, de hecho, permita a la entidad que origina los activos tener acceso a una financiación denominada puente, que es aquella que se establece entre la concesión de préstamos o cualquier tipo de activo a los deudores por un lado, y, por el otro, la financiación mayorista en los mercados de capitales.

Un concepto que puede resultar algo complicado de comprender, pero que, a la hora de la verdad, es bastante sencillo y consta tan solo de tres pasos. En primer lugar, la entidad prestamista concede una financiación a un vehículo, denominado por su traducción al inglés Special Purpose Vehicle, el cual es exclusivamente diseñado para este propósito.

Por su parte, este vehículo se encarga de otorgar los fondos a la entidad prestataria final, que ha sido la encargada de originar los activos. Una vez completado este paso, el segundo punto consiste en que, a medida que esa entidad originadora concede nuevos activos, como puede ser el caso de un préstamo, estos son transferidos al vehículo en cuestión, en lo que es denominado la fase ramp-up.

Por último, y una vez que el volumen de activos ha alcanzado un tamaño determinado, el último paso consiste en la refinanciación de la línea de Warehouse, lo cual supone la guinda sobre el pastel de este proceso, en el cual, habitualmente, esta refinanciación se realiza a través de emisiones de bonos de titulación.

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