Usufructo de vivienda: qué es y cuándo termina

Tanto el usufructuario como el nudo propietario cuentan con derechos y obligaciones

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Cualquier persona que haya alquilado una vivienda en algún momento de su vida se habrá familiarizado con términos como arrendador o arrendatario, por ejemplo. Sin embargo, un concepto menos conocido pero común es el usufructo de la vivienda, un concepto que hace referencia al derecho a disfrutar de un inmueble ajeno.

Mientras que el propietario durante el tiempo que dura el usufructo se conoce como «nudo propietario», la persona que puede utilizar la propiedad recibe el nombre de «usufructuario». A continuación, te desgranamos los tipos que existen, cuáles son los derechos y obligaciones, pero también cuáles son las situaciones que pueden desencadenar su fin.

Tipos de usufructo

Según el factor que se tenga en cuenta existen distintos tipos de usufructo. Sin ir más lejos, atendiendo al tiempo, se puede discernir entre usufructo temporal, que es aquel que abarca únicamente un periodo determinado de tiempo, y usufructo vitalicio, que comprende toda la vida del usufructuario, según explica la firma especializada en asesoría jurídica Legálitas.

Una pareja sostiene unos papeles y una estructura de madera con forma de vivienda. Foto: Freepik.
El usufructo de la vivienda hace referencia al derecho a disfrutar de un inmueble ajeno. Foto: Freepik.

Existen distintos tipos de usufructo según el periodo de vigencia, constitución y objeto

Poniendo el acento sobre el tipo de constitución, destaca el usufructo legal que es aquel que hace referencia a los derechos del cónyuge viudo tras el fallecimiento de su mujer o su marido. Mientras que en el voluntario se acuerdan las pautas, en el que tiene lugar por usucapión se aplica una prescripción adquisitiva tras la presentación de ciertos requisitos legales para comprar la propiedad.

En cuanto al objeto, se puede diferenciar entre usufructo sobre bienes materiales que rige el otorgamiento sobre cualquier bien mueble o inmueble y usufructo de derechos, que se aplica sobre aquellos que no son personales o intransferibles, como inversiones o créditos.

Cuándo acaba el usufructo

Entre las distintas causas que ponen fin al usufructo de un inmueble, figuran:

  • Muerte del usufructuario si no es sucesivo
  • Vencimiento del plazo si es a término
  • Cumplimiento de la condición si quedó sujeto a condición resolutoria
  • Por consolidación, en la reunión del usufructo y la nuda propiedad en una sola persona
  • Por prescripción extintiva
  • Por renuncia del usufructuario
  • Por pérdida total o parcial de la cosa, perdurando sobre el resto, pero lo expropiado debe sustituirse
  • Por cesación del derecho que lo constituyó
  • Por no dar la fianza el usufructuario a título gratuito siempre que el dueño no lo haya eximido

Cuáles son los derechos y obligaciones

El usufructuario no debe perder de vista que debe cumplir con un conjunto de obligaciones. Por ejemplo, ha de encargarse de redactar el inventario con el objetivo de tasar los bienes muebles y dejar constancia del estado en el que se encuentra la propiedad. De esta manera, el propietario podría obligarlo a indemnizarlo si el uso que realiza es abusivo.

El usufructuario ha de redactar el inventario y entregar una fianza

También debe entregar una fianza para garantizar que se utilizará la propiedad con moderación y que restituirá los elementos que queden deteriorados por el mal uso. Cuando finalice el usufructo y entregue el inmueble al propietario, habrá de restituir los elementos de la vivienda en la misma cantidad y calidad.

Además del pago de contribuciones y cargas ordinarias, el usufructuario también deberá asumir las reparaciones que sean necesarias para mantener el bien, siempre y cuando no se deriven de la vejez o el deterioro ocasionado por le paso del tiempo.

A lo largo del periodo durante el cual está vigente el usufructo, la persona que tiene derecho a utilizar la vivienda también puede quedarse con las rentas o los rendimientos que genere. No obstante, como el inmueble sigue recayendo sobre el propietario, cuenta con la posibilidad de gravarlo, venderlo o acometer mejoras.

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