El Sistema Europeo de Bancos Centrales es el marco institucional que engloba al Banco Central Europeo y a los bancos centrales nacionales de los 27 países miembros de la Unión Europea. Su principal función es diseñar y ejecutar la política monetaria de la eurozona, el conjunto de países que utilizan el euro como moneda oficial, con el objetivo de mantener la estabilidad de precios.
El sistema se estructura en dos niveles principales: el Banco Central Europeo, con sede en Fránkfurt, Alemania, que actúa como el núcleo del sistema, y los bancos centrales nacionales, que implementan las políticas a nivel local. Aunque todos los miembros de la Unión Europea forman parte de este sistema, solo aquellos de la eurozona participan plenamente en las decisiones del Eurosistema, una subestructura del propio sistema dedicada exclusivamente a los países que han adoptado el euro.
Entre las principales funciones del sistema se encuentran la gestión de la moneda única, la supervisión del sistema financiero, la emisión de billetes, la regulación del crédito y la promoción del buen funcionamiento de los mercados financieros. A través de estas tareas, el Sistema Europeo de Bancos Centrales garantiza la confianza en el euro y fomenta la estabilidad económica dentro de la Unión Europea.