Saldo primario: así se calcula

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Son muchos los conceptos que juegan un papel fundamental en el ámbito financiero en lo relativo a todas las instituciones. Y entre todos estos términos, el saldo primario es uno de los fundamentales para conocer el funcionamiento de las Administraciones Públicas, ya que gira en torno a la necesidad de financiación de estas Administraciones Públicas.

Para ser más exactos, se trata de la capacidad neta de financiación de estas entidades, excluidos todos los pagos por intereses de los pasivos públicos consolidados. De este modo, este indicador económico refleja la capacidad de una entidad pública para cubrir sus gastos corrientes, excluyendo todos aquellos pagos de intereses de la deuda pública.

La importancia del saldo primario y su impacto en la economía

No obstante, antes de calcular este indicador, es imprescindible conocer todos los elementos que lo componen, comenzando por los ingresos públicos, que engloban todos los ingresos recibidos por este sector, desde impuestos y tasas hasta cotizaciones a la seguridad social. En segundo lugar, son fundamentales también los gastos públicos corrientes, que incluyen todos los gastos que realiza el sector público en el día a día: educación, sanidad…

Comprendido esto, la forma de calcularlo es sumamente sencilla: basta con restar los gastos públicos de los ingresos corrientes. Ahora bien, el resultado puede otorgar dos interpretaciones, que muestran resultados totalmente contrarios. Cuando los ingresos superan a los gastos, se produce un superávit primario, que indica que el sector público está generando recursos.

Cuando ocurre lo contrario, se habla de déficit primario, y esto significa que el sector público gasta más de lo que ingres y. por ende, necesite endeudarse para cubrir las necesidades generadas por este déficit. Independientemente del resultado obtenido, este saldo primario es un aspecto fundamental que refleja la sostenibilidad fiscal de un país a nivel global, o de una entidad pública a nivel más concreto.

Precisamente por esto, se trata de un concepto estrechamente ligado a la deuda pública, ya que un superávit primario puede ser clave para reducir la deuda pública, mientras que un déficit primario puede ser uno de los principales causantes de esta misma deuda. No obstante, también es importante remarcar todos los factores que también afectan de forma directa o indirecta al saldo primario.

Tanto el crecimiento económico como la política fiscal resultan claves en lo que respecta a este saldo primario. Pero además de estos, algunos otros factores externos, como pueden ser la crisis económica o el aumento de los tipos de interés, pueden tener un impacto sumamente negativo en lo que respecta al saldo primario.

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