Riesgo sistemático en economía: qué es y en qué consiste

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En el ámbito de la economía y las finanzas, el concepto de riesgo es fundamental para entender el comportamiento de los mercados y las decisiones de inversión. Uno de los tipos de riesgo más significativos es el riesgo sistemático, también conocido como riesgo de mercado. Este tipo de riesgo no está asociado a las características específicas de un valor o activo individual, sino que se deriva de factores genéricos que afectan a la totalidad del mercado.

El riesgo sistemático es aquel que impacta de manera generalizada en el mercado y no puede ser mitigado a través de la diversificación de una cartera de inversiones. A diferencia del riesgo específico, que se relaciona con eventos o características particulares de una empresa o industria, el riesgo sistemático abarca influencias externas y globales. Entre los factores que contribuyen a este tipo de riesgo se incluyen:

  • La situación económica general: Cambios en el crecimiento económico, tasas de interés, inflación y políticas fiscales.
  • Eventos políticos y sociales: Elecciones, conflictos internacionales, cambios en la legislación y crisis sociales.
  • Cambios en las condiciones del mercado global: Fluctuaciones en los precios de las materias primas, variaciones en las tasas de cambio y condiciones económicas en otros países.

Características del riesgo sistemático

Una de sus principales características es que es imposible de eliminar mediante la diversificación. La diversificación, que implica invertir en una variedad de activos para reducir el riesgo específico, no puede proteger completamente a los inversores del riesgo sistemático, ya que este afecta a todos los activos de manera simultánea.

Otra característica esencial es que es considerado el riesgo mínimo alcanzable en una cartera diversificada. Esto significa que, sin importar cuán diversificada esté una cartera, siempre estará expuesta a cierto grado de riesgo sistemático debido a su naturaleza global.

Medición del riesgo sistemático

La medición del riesgo sistemático suele realizarse a través del análisis de índices de referencia del mercado. Estos índices, como el S&P 500 en Estados Unidos o el IBEX 35 en España, representan el rendimiento agregado de un conjunto amplio de valores. Una de las herramientas más comunes para medir el riesgo sistemático es la desviación típica o volatilidad de las series históricas de estos índices. Esta medida proporciona una indicación de cómo varían los precios de los activos en el tiempo y, por tanto, del riesgo inherente al mercado en su conjunto.

Otra medida utilizada es el Beta, que indica la sensibilidad de un activo o cartera con relación a los movimientos del mercado en general. Un beta mayor a 1 indica que el activo es más volátil que el mercado, mientras que un beta menor a 1 sugiere que es menos volátil.

Ejemplos de riesgo sistemático

Para ilustrar el impacto del riesgo sistemático, consideremos algunos ejemplos históricos:

  1. La crisis financiera de 2008: Esta crisis afectó a los mercados financieros a nivel global. Independientemente de cuán diversificada estuviera una cartera, los inversores experimentaron pérdidas significativas debido al colapso generalizado de los precios de los activos.
  2. La pandemia de COVID-19: La incertidumbre económica y social causada por la pandemia provocó una volatilidad extrema en los mercados financieros. Las acciones de prácticamente todas las industrias se vieron afectadas, demostrando cómo un evento externo puede generar un riesgo sistemático.

Implicaciones para los inversores

Entender el riesgo sistemático es crucial para los inversores por varias razones:

  • Toma de decisiones informadas: Conocer el riesgo sistemático ayuda a los inversores a tomar decisiones más informadas sobre la asignación de sus activos y sus expectativas de rendimiento.
  • Estrategias de mitigación: Aunque el riesgo sistemático no puede eliminarse, los inversores pueden utilizar estrategias como la cobertura con derivados (futuros y opciones) para protegerse contra movimientos adversos del mercado.
  • Evaluación de rendimiento: Al analizar el rendimiento de una cartera, es importante considerar cómo ha gestionado el riesgo sistemático. Esto puede proporcionar una visión más precisa del éxito de las estrategias de inversión implementadas.

El riesgo sistemático es un componente inevitable del mercado financiero que afecta a todos los activos de manera generalizada. A pesar de que no puede eliminarse mediante la diversificación, su comprensión y medición son fundamentales para la gestión de carteras y la toma de decisiones de inversión. Los inversores deben estar conscientes de este riesgo y utilizar las herramientas disponibles para evaluar y mitigar sus efectos en la medida de lo posible. En un mundo cada vez más interconectado y dinámico, la capacidad de gestionar el riesgo sistemático es más crucial que nunca para lograr el éxito financiero a largo plazo.

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