La renta fija es un tipo de inversión en el ámbito económico donde los emisores, como gobiernos, empresas o instituciones financieras, obtienen capital mediante la emisión de títulos de deuda, comprometiéndose a pagar intereses periódicos y devolver el principal al vencimiento. Se le denomina fija porque los pagos de intereses, también conocidos como cupones, suelen estar predefinidos, lo que proporciona mayor previsibilidad al inversor en comparación con otros activos como las acciones.
Esta renta fija es valorada por su estabilidad relativa, siendo una opción preferida por inversores conservadores o aquellos que buscan ingresos regulares. Sin embargo, no está exenta de riesgos, como el de impago del emisor o las fluctuaciones en los tipos de interés, que pueden afectar el valor de los títulos en el mercado secundario. En la economía, la renta fija desempeña un papel clave al conectar necesidades de financiación con ahorros, contribuyendo al desarrollo y estabilidad de los mercados financieros.