La regla de prorrata es un mecanismo del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) que regula la deducibilidad del IVA soportado por los autónomos y empresas que realizan actividades que no dan derecho a la deducción del IVA junto con otras que sí lo hacen. En otras palabras, esta regla establece qué porcentaje del IVA soportado en compras y gastos puede deducirse en la declaración de IVA.
¿Cuándo se aplica la regla de prorrata?
La regla de prorrata se aplica cuando un mismo sujeto pasivo realiza dos tipos de actividades:
- Actividades que dan derecho a la deducción del IVA: son aquellas en las que el IVA soportado en las compras y gastos puede deducirse en la declaración de IVA. Por ejemplo, la venta de bienes y servicios gravados con IVA.
- Actividades que no dan derecho a la deducción del IVA: son aquellas en las que el IVA soportado en las compras y gastos no puede deducirse en la declaración de IVA. Por ejemplo, la venta de bienes y servicios exentos de IVA, o las actividades realizadas en el ámbito personal.
¿Cómo funciona la regla de prorrata?
La regla de prorrata funciona mediante un cálculo porcentual que determina qué parte del IVA soportado puede deducirse. Este porcentaje se calcula dividiendo el volumen de operaciones que dan derecho a la deducción del IVA por el volumen total de operaciones realizadas.
Métodos para aplicar la regla de prorrata:
- Prorrata general: este método consiste en aplicar el porcentaje de prorrata calculado a todas las cuotas de IVA soportadas.
- Prorrata especial: este método consiste en identificar los bienes y servicios que se utilizan exclusivamente para las actividades que dan derecho a la deducción del IVA y deducir el IVA soportado en su totalidad.
