En el ámbito económico, como hemos visto de forma reciente, los activos juegan un papel fundamental desde el punto de vista global. No obstante, más allá de conocer el concepto de activo a nivel general, es también importante identificar todos y cada uno de los activos que existen, siendo el activo fijo uno de los más importantes.
Conocido también como activo inmovilizado, está conformado por todos los bienes de una empresa que no están destinados a una venta, sino a asegurar el funcionamiento de la misma. Para que un activo sea considerado fijo, debe ser utilizado en las operaciones de la propia empresa durante un periodo superior a un año, y son factores fundamentales para el correcto desarrollo de la misma.
Todo lo que debes saber sobre los activos fijos
Es importante identificar la diferencia entre los activos fijos y el resto de activos, ya que pueden ser de distintos. Por un lado, tenemos los activos tangibles, que hacen referencia a todos los bienes físicos que posee una empresa, entre los que destacan los terrenos y edificios, la maquinaria, los vehículos, los equipos informáticos y, a nivel global, todo el mobiliario que utiliza esa empresa.
Sin embargo, dentro de estos activos fijos, podemos toparnos también con algunos activos intangibles, entre los que destacan las patentes que posee la propia empresa, las marcas comerciales que la patrocinan, o también los softwares informáticos que se encargan de operar todos los dispositivos tecnológicos de la empresa y garantizar su efectivo funcionamiento.
Por otro lado, es también de vital importante saber que estos activos fijos se registran en el balance de la situación de una empresa a un costo histórico, que es el costo original de adquisición del propio activo. Un costo que, por otro lado, es amortizado a lo largo de la vida útil de la empresa, por lo que es un gasto repartido durante todo el tiempo en el que ese activo es utilizado.
Representan un aspecto fundamental en las empresas, ya que suponen una parte importante de su situación financiera. Y es que el valor de estos activos puede ser un factor determinante a la hora de que la empresa aumente o disminuya su capacidad para obtener préstamos, pagar dividendos a sus accionistas y, a nivel general, pueda crecer a nivel empresarial.
No obstante, es igual de importante que las empresas realicen una correcta gestión de estos activos fijos. Y para que una gestión de los mismos sea eficiente, debe estar compuesta por cuatro puntos. Planificar la adquisición de nuevos activos es fundamental para determinar en qué ámbito le interesa expandirse, mantener los activos que dan buenos resultados, también es fundamental.
En tercer lugar, amortizar los activos de la forma adecuada también es un aspecto vital para sacarles el máximo provecho. Y en último lugar, pero no menos importante, deshacerse de los activos que no sean rentables es también un aspecto vital para economizar al máximo el rendimiento de una empresa. Y por todo esto que hemos visto, los activos fijos representar un valor importantísimo para cualquier empresa.
