En el mundo empresarial, el término consejero ejecutivo ocupa un lugar destacado, y su función es clave para la dirección y el éxito de cualquier compañía. En un entorno económico cada vez más complejo y competitivo, los consejeros ejecutivos desempeñan un rol crucial en la toma de decisiones estratégicas, la gestión operativa y la orientación general de la empresa.
A grandes rasgos, un consejero ejecutivo es un miembro del consejo de administración de una empresa que, además de sus responsabilidades en la toma de decisiones estratégicas y de supervisión, participa activamente en la gestión diaria de la organización. No obstante, sus funciones en el organigrama de una empresa económica van mucho más allá de estas dos funciones.
Las cinco labores fundamentales cumplidas por los consejeros ejecutivos
En primer lugar, y como gran primer aspecto a destacar, es importante remarcar que, a diferencia de los consejeros no ejecutivos, que se centran principalmente en la supervisión y asesoramiento desde un punto de vista externo, los consejeros ejecutivos están involucrados directamente en la operativa de la empresa y a menudo ocupan puestos clave dentro de la misma, como el de director general o director financiero de la empresa.
La figura del consejero ejecutivo es común en empresas de gran tamaño, donde la complejidad de las operaciones requiere una dirección fuerte y bien informada, capaz de tomar decisiones que alineen los intereses de los accionistas, empleados y otras partes interesadas. Además, sus responsabilidades abarcan tanto la toma de decisiones estratégicas a largo plazo como la supervisión de las operaciones diarias. Y podemos destacar cinco por encima de todas las demás.
En primer lugar, tienen un peso fundamental en la toma de decisiones estratégicas. Los consejeros ejecutivos participan activamente en la formulación y ejecución de la estrategia de la empresa. Esto incluye definir la visión y misión de la organización, identificar oportunidades de crecimiento, gestionar riesgos y decidir sobre inversiones clave. Su conocimiento profundo de la empresa les permite tomar decisiones informadas que pueden determinar el éxito o fracaso de la empresa.
Por otro lado, en lo relativo a la gestión operativa, los consejeros ejecutivos supervisan la gestión diaria de la empresa. Esto implica coordinar las operaciones, liderar equipos, gestionar recursos, y asegurar que la empresa funcione de manera eficiente. Como líderes de la organización, son responsables de que las operaciones se alineen con los objetivos estratégicos establecidos por el consejo de administración.
También resulta crucial su relación con los accionistas de la empresa, pues tienen un papel clave en la comunicación con los accionistas, empleados, clientes y otros grupos de interés. Son responsables de asegurar que las decisiones y operaciones de la empresa se comuniquen de manera transparente y efectiva, manteniendo la confianza y apoyo de todas las partes involucradas.
En cuarto lugar, otra de sus funciones más importantes viene de la mano de su obligación de supervisar las finanzas de la empresa, asegurando que los recursos se utilicen de manera efectiva y eficiente. Esto incluye la revisión y aprobación de presupuestos, la evaluación de proyectos de inversión, y la gestión de la deuda y el capital.
Por último, pero no menos importante, destaca su función en lo relativo al cumplimiento normativo y ético. Los consejeros ejecutivos tienen la responsabilidad de garantizar que la empresa cumpla con todas las leyes y regulaciones aplicables. Además, deben promover una cultura de ética y responsabilidad dentro de la organización, asegurando que las operaciones de la empresa se realicen de manera justa y transparente.