Activo financiero: qué es y cuáles son sus tipos

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Dentro de todos los términos básicos y fundamentales, el concepto activo es uno de los fundamentales para comprender el funcionamiento de todo lo que rodea al mundo mercantil y económico. Va ligado de forma muy cercana a pasivo y balance, y se encarga de mostrar en qué ha invertido una empresa en un periodo concreto.

Dicho de este modo, a grandes rasgos, es el conjunto de bienes y derechos de una empresa o sociedad, y que engloba todo aquello que posee más todo aquello que le deben. Por esto, un activo es un recurso que no solo tiene valor en un momento concreto, sino que se espera que genere beneficios económicos de cara al futuro para el dueño de dicho activo.

Lo imprescindible sobre los activos desde el punto de vista financiero

Otra de las formas más sencillas de definir lo que es un activo gira en torno a mencionar que es aquello que puede o ser convertido en dinero o utilizado de cara al futuro para generar ciertos ingresos. Es por ello que, los activos, son la parte fundamental a través de la que una empresa obtendrá beneficios. No obstante, son muchos los aspectos a tener en cuenta sobre los activos, como los dos tipos de activos que podemos encontrar.

Una lista que empieza por los activos reales, que son aquellos tangibles en un espacio concreto. Todo aquello que la empresa puede medir de forma física. Dentro de este tipo de activos, destacan los bienes inmuebles, como terrenos o edificios, los recursos naturales, como el petróleo o el gas mineral, la maquinaria y el equipo, donde se engloban todas las herramientas que utiliza la empresa, o los inventarios, que hacen referencia a materias primas, productos en proceso…

Por otro lado, podemos encontrar los activos financieros, que son todos los activos intangibles que, si bien no tienen una existencia física, sí representan un derecho de la empresa sobre algo de valor. Dentro de este ámbito, destacan el efectivo y sus depósitos, ya sea el dinero en mano, el dinero en cuentas bancarias o los depósitos a plazo fijo, además de los valores como acciones o bono, y los créditos, como préstamos a empresas o personas físicas.

No obstante, a pesar de que son uno de los principales actores del mercado económico a nivel global, además de una de las principales vías para generar ingresos y crear valor para que los accionistas se decidan a invertir, existen algunos factores que pueden hacer cambiar el calor de un activo, comenzando por las condiciones económicas de un momento concreto, destacando la oferta y la demanda del mismo, la inflación…

Más allá de esto, el desempeño de la empresa también será fundamental en la evolución del precio de un activo, sobre todo en el caso de activos como acciones o bonos. Por otro lado, como ocurre en casi todas las operaciones financieras el riesgo percibido y la psicología del mercado también juegan papeles importantes, ya que existen activos con más riesgo, pero mayor potencial, pero también las expectativas de los inversores pueden ser definitivas en la variación del precio de un activo.

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