Precio de emisión: qué es y en qué contextos se utiliza

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En el mercado económico de compraventa existen muchos conceptos que juegan un papel fundamental a la hora de comprender su funcionamiento. Entre todos ellos, el precio de emisión es fundamental, ya que representa el precio efectivo que debe abonar un inversor en el momento de la emisión de un valor concreto.

Dicho de otro modo, es el precio inicial al que se vende un valor al público, y cabe destacar que este precio de emisión no depende únicamente del valor original del activo, sino de muchos otros aspectos ajenos. Además, es importante recalcar que es un coste que solo se abona al comprar ese valor concreto por primera vez.

Todo lo que debes saber respecto al precio de emisión

Como ya hemos dicho, el valor intrínseco de un activo es solo uno de los factores que juegan un papel importante a la hora de determinar el precio de emisión. Más allá de este, las condiciones del mercado, entre las que se encuentran la oferta y la demanda o las tasas de interés, también resultan fundamentales. Por otro lado, la estrategia del emisor y los costes de esa emisión, como pueden ser los honorarios de la entidad bancaria, también son importantes al determinar este valor.

No obstante, no solo hay que tener en cuenta los factores que determinan el precio de emisión, sino los tipos de precio de emisión que hay, destacando dos de ellos por encima de los demás. Cuando hablamos de precio de emisión a la par, hablamos de uno en el que el precio de emisión es igual al valor nominal del propio valor, por lo que no hay diferencias sustanciales.

En segundo lugar, podemos hablar de dos subtipos, que son el precio de emisión con descuento, que es aquel que se da cuando el precio de emisión es inferior al valor nominal del propio valor, y del precio de emisión con prima, que es, por el contrario, aquel que tiene lugar cuando el precio de emisión es superior al valor nominal del valor.

Por otro lado, cabe recalcar que se trata de un concepto que puede influir en gran medida sobre la actuación de los inversores, ya que tiene implicaciones significativas en su modo de actuar. En primer lugar, porque el precio de emisión puede afectar a la rentabilidad de una inversión. Esto se debe a que cuando el precio de emisión es bajo, el potencial de ganancias es mucho mayor.

Del mismo modo, este precio de emisión también puede afectar al riesgo derivado de una inversión. Y es que cuanto más alto es el precio de emisión, mayor es el riesgo de pérdida para el inversor. Por último, la liquidez también puede verse afectada por este concepto, porque cuando el precio de emisión es atractivo a nivel de inversión, puede tener un valor mucho más líquido en el mercado secundario.

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