Lock-up: qué es y para qué sirve

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En el mundo financiero, el término lock-up es un concepto crucial que se refiere a un periodo durante el cual los inversores y los insiders de una empresa que ha salido recientemente a bolsa tienen prohibido vender sus acciones, siendo un mecanismo diseñado para estabilizar el mercado y proteger el valor de la empresa en sus primeros meses de cotización pública.

Se trata de una herramienta clave en las Ofertas Públicas Iniciales, y surgió como respuesta a la volatilidad que puede afectar a las acciones de una empresa recién salida a bolsa. Cuando una empresa realiza una OPI, los insiders, entre los que se encuentran los fundadores, ejecutivos y empleados con acciones, podrían verse tentados a vender rápidamente sus acciones para capitalizar sus inversiones.

Todo lo que debes saber en lo que respecta al lock-up

Para evitar esta situación, los bancos de inversión y las empresas establecen acuerdos de lock-up, que generalmente tienen una duración de 90 a 180 días. Durante este periodo, los insiders no pueden vender sus acciones, lo que ayuda a mantener la estabilidad del precio de las acciones y permite que el mercado se ajuste de manera más ordenada.

Es importante también remarcar que este lock-up no es una regla obligatoria impuesta por los reguladores, sino un acuerdo contractual entre la empresa, los bancos de inversión que facilitan la OPI y los insiders. Los términos específicos del lock-up, incluida su duración y las excepciones, se detallan en el prospecto de la OPI. Durante el periodo de lock-up, los insiders mantienen sus acciones, lo que proporciona confianza a los inversores externos de que la empresa no enfrentará una venta masiva repentina que podría afectar su valor.

El lock-up ofrece varios beneficios tanto para la empresa como para los inversores. En primer lugar, protege el precio de las acciones en los primeros meses de cotización, evitando que las ventas masivas de insiders depriman el valor de las acciones. Este periodo de estabilidad inicial es crucial para que la empresa pueda mostrar su valor y atraer a inversores a largo plazo. Además, el lock-up permite que el mercado forme una valoración más precisa de la empresa basada en su desempeño operativo en lugar de en movimientos especulativos.

A pesar de sus beneficios, el lock-up también cuenta con algunas desventajas desde algunos puntos de vista. Algunos argumentan que este mecanismo puede crear una presión de venta masiva una vez que el periodo termina, lo que podría provocar una caída abrupta en el precio de las acciones. Este fenómeno se conoce como «overhang», y puede causar inestabilidad justo cuando la empresa busca establecerse en el mercado.

Por todo ello, el lock-up sirve como un periodo de transición crucial que ayuda a las empresas recién cotizadas a establecerse en el mercado público, brindando a los inversores la oportunidad de evaluar el verdadero potencial de la empresa sin la interferencia de ventas internas masivas.

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