En el ámbito financiero, más allá de llevar a cabo todo tipo de transacciones, existen algunos conceptos que determinan la posibilidad de llevar a cabo ciertas acciones o no. En inglés, el overdraft es un término muy común. Por su traducción al español, el excedido en cuenta de crédito hace referencia a un importe que sobre pasa los límites establecidos en una cuenta.
Un concepto que nos lleva directamente a otro, conocido como excedido autorizado. Este concepto hace referencia a un servicio bancario a través del cual el propio banco permite a los titulares de una cuenta disponer de más dinero del que tiene en su cuenta en un momento determinado. No obstante, son muchos los aspectos que hay que tener en cuenta.
El funcionamiento del excedido autorizado y los distintos casos
En primer lugar, es importante destacar que para darse esta situación, primero se debe llegar a un acuerdo entre cliente y banco, en el que se establece un límite de crédito al que el cliente podrá acceder, siempre teniendo en cuenta sus necesidad y sus posibilidades. Este límite indicará la cantidad máxima que el cliente podrá retirar por encima del saldo disponible en su cuenta en un momento determinado.
El otro aspecto fundamental a tener en cuenta en lo relativo a este concepto son los intereses. Cuando un cliente firma un acuerdo de un excedido autorizado, está accediendo al pago de unos intereses que deberá formalizar con el banco. Unos intereses que también son previamente establecidos, y que, por lo general, suelen ser más altos que los de una cuenta corriente o una tarjeta tradicional.
Por otro lado, ¿qué tipos de excedidos podemos encontrar? En primer lugar, está el excedido autorizado rotativo, que es aquel que permite al cliente reutilizar al crédito disponible por contrato a medida que lo va pagando. Es decir, cuando se realiza un pago, el crédito disponible vuelve a ser el mismo que el del importe inicial.
En segundo lugar, nos topamos con el excedido autorizado no rotativo. A diferencia del primer caso, este tipo de excedido solo permite al cliente utilizar el crédito disponible una sola vez. Una vez que ha procedido a hace uso de ese crédito, debe pagarlo en su totalidad antes de poder volver a utilizarlo, siendo este un método mucho menos flexible que el primero.
A pesar de que se trata de un acuerdo que puede llevar a la creación de una deuda mayor por el pago de intereses, por lo general es una operación muy beneficiosa para el cliente, ya que le brinda una enorme flexibilidad financiera que puede ser útil para cubrir todo tipo de gastos inesperados y, además, evita los problemas relativos al overdraft, puesto que al tener un límite de crédito preaprobado, puede evitar os cargos derivados de esta práctica.