Capacidad de financiación del Estado: qué es y por qué es importante

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Dentro de todos los conceptos que juegan un papel fundamental dentro del ámbito de la contabilidad, la capacidad o necesidad de financiación del Estado es uno de los conceptos fundamentales. También conocido como déficit público o fiscal, es la diferencia entre los ingresos y los gastos públicos de un país en un determinado periodo de tiempo.

Dicho de otra forma, engloba la diferencia resultante de los recursos y empleo, corrientes y de capital de estado. En términos puramente contables, este concepto representa la diferencia entre la variación neta de activos financieros y la variación neta de pasivos financieros. Y el resultado obtenido, representa la cantidad de dinero que el sector público necesita para cubrir sus gastos.

Todo lo que debes saber sobre la capacidad de financiación del Estado

Un resultado que se puede obtener de una forma muy sencilla, ya que simplemente hay que restar a los ingresos públicos los gastos públicos. Pero, ¿qué valores engloba cada uno de estos conceptos? Los gastos públicos incluyen todos aquellos gastos que realiza el sector público a nivel global en lo relativo a su funcionamiento diario, tales como gastos en educación, salud, seguridad o administración pública.

Los ingresos públicos, por el contrario, representan todos los ingresos que reciben estas entidades, entre los que se encuentran los impuestos, las cotizaciones a la seguridad social, y todo tipo de ingresos corrientes. Y los resultados obtenidos derivan en dos posibilidades: Cuando la cifra de los gastos públicos supera a la de los ingresos, estamos ante una situación de déficit fiscal, pues el sector público gasta más de lo que genera, y se ve obligado a endeudarse.

Cuando, por el contrato, la cifra de los ingresos es superior a la de los gastos, estamos hablando de un superávit fiscal. Y cuando se da esta situación, significa que el sector público genera los recursos suficientes, que pueden ser empleados o bien para reducir esa ya mencionada deuda pública, o bien para financiar inversiones.

Precisamente por esto, este concepto resulta fundamental para entender la situación fiscal de un país. Y es que un déficit fiscal considerablemente alto puede indicar problemas de sostenibilidad económica para los estamentos públicos de un país a medio o largo plazo, mientras que un gran superávit fiscal es un claro indicador que recalca que se están empleando bien los recursos que el Estado tiene a su favor.

No obstante, también es importante remarcar que existen muchos factores que afectan a esta necesidad de financiación de un Estado. El más evidente es el crecimiento económico, puesto que un mayor crecimiento suele conllevar a un aumento de los ingresos públicos, lo cual implica que la necesidad de financiación de un Estado sea menor.

Además, algunos factores externos, como la crisis económica o el aumento de los tipos de interés, puede afectar negativamente también a la necesidad de financiación de un Estado. También decisiones relativas a la política fiscal, como pueden ser la subida o bajada de impuestos, o los recortes en el gasto público, pueden jugar un papel clave al hablar de la capacidad de financiación de un Estado.

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