En el mercado económico, una posición abiertase refiere a una operación en curso en los mercados financieros que aún no ha sido cerrada o liquidada. Este término es comúnmente utilizado en el comercio de acciones, bonos, derivados y contratos de futuros. Cuando un inversor abre una posición, ya sea comprando o vendiendo un activo, espera beneficiarse de las fluctuaciones de su precio antes de cerrar la operación.
Existen dos tipos de posiciones abiertas: largas y cortas. Una posición larga se abre cuando el inversor compra un activo con la expectativa de que su valor aumente, mientras que una posición corta implica vender un activo con la esperanza de recomprarlo más barato en el futuro, beneficiándose de la caída de su precio.
No obstante, mantener una posición abierta conlleva riesgos, ya que las fluctuaciones del mercado pueden afectar el valor del activo antes de que se cierre la operación. Además, en mercados como el de futuros, donde los contratos tienen fechas de vencimiento, las posiciones abiertas deben ser monitoreadas cuidadosamente para evitar pérdidas imprevistas.