El Producto Interno Bruto, o PIB, es uno de los indicadores económicos más importantes y ampliamente utilizados para medir la salud económica de un país. Representa el valor total de todos los bienes y servicios finales producidos dentro de las fronteras de un país en un período de tiempo determinado, generalmente un trimestre o un año.
El PIB puede calcularse de tres formas: por el método de producción, por el método del ingreso, y por el método del gasto. Por otro lado, este indicador permite evaluar el nivel de actividad económica y compararlo a lo largo del tiempo o entre países. Un PIB creciente indica expansión económica, mientras que un PIB en declive puede señalar una recesión.
Sin embargo, a pesar de todas sus ventajas, el PIB no es perfecto. No mide la distribución de la riqueza, el bienestar social, ni factores como la sostenibilidad ambiental. No obstante, y a pesar de sus limitaciones, el PIB sigue siendo una herramienta clave para la formulación de políticas económicas y la toma de decisiones en los sectores público y privado.