Son muchos los términos financieros que juegan un papel financiero dentro de cualquier ámbito económico. Y dentro de ellos, el concepto de participaciones preferentes, también conocidas como acciones preferentes, representan uno de los más importantes, ya que es uno de los pocos instrumentos financieros híbridos que combinan aspectos relativos a las acciones ordinarias y a los bonos.
En resumidas cuentas, se trata de un instrumento de deuda emitido por una sociedad que no otorga derechos políticos al inversos, sino una retribución fija condicionada a la obtención de beneficios. Una operación que, además, cuenta con un plazo ilimitado, aunque existen los casos en los que el emisor se reserva el derecho a amortizarlas una vez pasados los cinco años, siempre y cuando llegue a un acuerdo previo con la entidad bancaria encargada de supervisar la operación.
Estas son las claves de las participaciones preferentes
Explicado de otro modo, estas particiones preferentes destacan por el hecho de otorgar a sus titulares solo algunos de los derechos de los accionistas ordinarios. Sin ir más lejos, un inversos que participe en una de estas participaciones preferentes puede tener derecho a algunos aspectos como el de recibir dividendos de la empresa en la que invierta, pero sin recibir derecho a voto en las decisiones tomadas por la misma.
Pero, ¿qué empresas son las que llevan a cabo este tipo de operaciones? Generalmente, estas participaciones preferentes son emitidas por las empresas que se ven en la necesidad de captar capital, pero que, por otro lado, no quieren aumentar la cantidad de acciones ordinarias pertenecientes a su empresa en circulación, ya que esto podría ser a la larga contraproducente.
Además, el motivo principal por el que se apuesta por este tipo de acciones en lugar de acciones ordinarias, es que las participaciones preferentes tienen prioridades al cobrar dividendos respecto a los accionistas ordinarios. Sin embargo, por otro lado, estamos hablando de un tipo de acciones que son más arriesgadas que los bonos, ya que no están garantizadas por los activos tangibles de una empresa.
Es por esto que, en resumidas cuentas, con cuatro los aspectos principales que caracterizan estas participaciones. Primero, las participaciones preferentes pagan un dividendo fijo, el cual se expresa como un porcentaje del valor nominal de una acción. En segundo lugar, otro aspecto fundamental es la ya mencionada prioridad en el pago de dividendos, que hacen que los inversores en este tipo de participaciones cuenten con prioridad económica sobre los inversores ordinarios.
No obstante, como aspectos negativos, la ausencia de derecho a voto es uno de los principales inconvenientes de estas participaciones, puesto que los accionistas de este tipo de bonos no tendrán voz ni voto en las decisiones de una empresa. Además, el riesgo de impago es el otro aspecto negativo a tener en cuenta en lo relativo a estas participaciones, ya que al no estar garantizadas por los activos de la empresa, siempre existe el riesgo de que los titulares no recuperen su inversión en caso de liquidación de la empresa en cuestión.