Capital: qué es, para qué sirve y cuáles son sus tipos

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De entre todos los conceptos que juegan un papel fundamental dentro del marco económico, el capital es, sin lugar a dudas, uno de los más importantes. A grandes rasgos y desde un punto de vista general, el capital es el conjunto de recursos económicos que una persona o empresa posee.

Dicho de otra forma, es el conjunto de recursos físicos y financieros que se emplean para producir bienes y servicios. Y lo cierto es que existen muchos tipos de capital. Por ejemplo, en el contexto de una empresa, es englobado por todas las aportaciones realizadas por sus socios. Pero también puede ser denominado capital el principal de una deuda o renta.

Todos los aspectos a tener en cuenta respecto al capital

Son muchos los aspectos en los que el capital resulta un concepto completamente relevante. Por ejemplo, aquellas empresas con un capital mayor tienden a ser más eficientes y productivas, lo cual, por otro lado, les permite no solo generar más beneficios, sino también más puestos de trabajo, lo cual es importante también a nivel social.

De forma global, se puede diferenciar entre dos tipos de capital. Por un lado, nos encontramos con el capital tangible, que es aquel que incluye todos aquellos bienes físicos que se pueden contabilizar, entre los cuales se encuentran la maquinaria, los edificios y terrenos, los equipos…

Por otro lado, nos encontramos con el capital intangible, el cual, a diferencia del anterior, engloba todos aquellos activos, tanto los identificables como los no identificables, entre los que destacan la propiedad intelectual de una empresa, todas las marcas comerciales que la engloban, las patentes, el prestigio, o incluso el capital humano.

Pero, al final del día, ¿para qué se utiliza el capital en el ámbito económico? En primer lugar, y, como es lógico, resulta fundamental para crear nuevos negocios y expandir los antiguos, ya que sin un capital creciente resulta imposible que se desarrolle la actividad de una empresa. Por otro lado, es la forma no solo de mejorar la productividad, sino que también hace posible la creación de nuevos productos y servicios, lo cual se traduce en mayores ingresos para la empresa.

Otro actor fundamental más allá de las propias empresas en el desarrollo del capital son los gobiernos, que juegan un papel fundamental en lo relativo a la promoción de la inversión de este capital. Desde el ámbito social, resulta indispensable la creación de políticas que incentiven la inversión, con son los casos de la reducción de impuestos o la provisión de infraestructuras, que jueguen un papel importante a la hora de favorecer el desarrollo de las empresas locales.

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